Dos nuevos retrasos en las conexiones nocturnas entre Barcelona y Menorca elevaron ayer la indignación de los usuarios de Vueling, que siguen sufriendo los problemas de una de las dos compañías que operan la ruta entre El Prat y el aeropuerto de la Isla.
A última hora de la tarde del miércoles el avión que debía despegar de Barcelona a las 20.50 horas con destino Maó sufrió inicialmente un retraso de 1 hora y 10 minutos. Pero la cosa fue a mayores poco después.
Antes de despegar la aeronave sufrió un problema técnico -la rotura de una sujeción del equipaje-, por lo que entre la reparación y la regulación del tráfico aéreo, la tripulación del avión excedió la actividad diaria máxima, por lo que tuvo que ser sustituida.
Además, una pasajera sufrió una indisposición y tuvo que abandonar el avión, por lo que tuvo que recuperar su equipaje de la bodega. Así, el vuelo despegó con más de 2 horas de retraso sobre el horario programado.
“La gente estaba indignada, pero no se produjeron altercados”, relata una de las pasajeras. “Nos ofrecieron agua y refrigeraron el avión cuando ya parecía que salíamos. Se han disculpado y han agradecido nuestra paciencia”.
Lógicamente, eso generó que el vuelo de regreso Mahón-Barcelona también se retrasara. Tenía la salida programada para las 22.35 horas y despegó a las 00.20 horas, según información de Aena. Los pasajeros llegaron a la ciudad condal a las 01.02 horas de la madrugada.
Esto se suma a la cancelación del vuelo entre Barcelona y Menorca de hace tres días, que dejó en tierra a numerosos pasajeros. Tampoco pugo despegar el avión que debía trasladar a los viajeros de Maó a El Prat.