Los datos no mienten. El porcentaje de material bien reciclado es muy bajo. Y eso a pesar de que hay papeleras claramente diferenciadas para cada tipo de desecho. Aunque el alumnado conoce perfectamente cómo se debe reciclar, a la hora de la verdad no se hace o no se hace como toca.
Los alumnos de primero de ESO del instituto de Ferreries se plantearon un ejercicio que permitiera conocer cómo se estaban utilizando los recursos energéticos y otros aspectos del ámbito medio ambiental. En el apartado eléctrico, el trabajo de estos chicos ha demostrado que hay aparatos que consumen energía en ciertos momentos del día en los que nadie los utiliza o que hay luces que quedan encendidas sin necesidad. También han visto que la disposición de los radiadores hace que se pierdan muchas calorías. Una de las propuestas de mejora es la de incorporar termostatos independientes en las diferentes aulas puesto que no todas son igual de grandes y, por lo tanto, no todos los radiadores necesitarían estar funcionando al mismo tiempo y al mismo nivel.
Para poder realizar esta auditoría, los alumnos formaron diferentes equipos que recorrieron el centro recopilando información de facturas, consumos, temperaturas y demás. Los resultados se tendrán en cuenta por parte del centro que estudiará cómo mejorar el ahorro en el edificio y cómo potenciar otra actitud frente al tratamiento de residuos.