El punto de partida de esta edición sigue el guión de las ediciones anteriores y reúne a los participantes, la mayoría recién llegados, en Binibeca. Este encuentro sirve para ofrecerles algo de picar, un bello entorno donde conocerse y una primera charla en la que se habla de lo que es desacelerar.
En un mundo de la empresa donde la única salida posible parece ir hacia adelante, Menorca quiere ser una oportunidad para romper esa dinámica y desconectar el móvil, para calzarse unas abarcas y para ver tu proyecto de empresa desde otro punto de vista.
Según los organizadores, en poco tiempo la adrenalina se rebaja y el concepto de convivir con otras ideas permite ser permeable a nuevas perspectivas que ayudan a crecer tu propio proyecto.
A lo largo de estos días los emprendedores y empresarios más prometedores del mundo van a ser unos turistas más en Menorca pero también van a asistir a un programa repleto de charlas ofrecidas por ponentes de gran nivel que podrán ser guías de sus ideas empresariales. Al final hay una ronda de contacto con inversores que buscan las mejores ideas que puedan cambiar nuestro mundo, para financiarlas.
, empresario menorquín de una destacada empresa en la gestión de datos (Mabrian), se dirigió a los presentes para explicar que el tiempo discurre a otra velocidad en Menorca y que puede ser un marco ideal para repensar los proyectos empresariales en los que trabajan las start-ups.