Càritas-Ferreries cederá una antigua residencia de monjas para que se utilice como albergue por los trabajadores de temporada que no pueden pagar los alquileres que se están solicitando en estos momentos y que aún suben más de cara al verano. Lo anunció este jueves el obispo de Menorca, Francesc Conesa, durante la presentación de la memoria de Càritas del año pasado.
En dicho informe se indica que el ente diocesano atendió a un total de 1.715 personas. Son un poco menos que en 2016, pero necesitaron más ayuda. El 60% de personas necesitadas eran mujeres y un 57% del total eran de nacionalidad española que, en muchos casos, ya habían agotado cualquier ayuda o recurso familiar.
La mayoría de gente que acude a Cáritas lo hace diciendo que no tienen trabajo, están a punto de perder la casa y tampoco pueden comprar comida.