El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha dado instrucciones para que España acoja el barco Aquarius. Este buque lleva a más de 600 inmigrantes y refugiados “abandonados a su suerte”, que fueron rescatados por miembros de las oenegés MSF y Sos Mediterranée. En un principio iban a Italia pero nuevo ministro del Interior, Matteo Salvini, impidió que accedieran al país transalpino.
El destino de este barco será el puerto de Valencia, tras un acuerdo con la Generalitat valenciana. “Es nuestra obligación ayudar a evitar una catástrofe humanitaria y ofrecer un puerto seguro a estas personas, cumpliendo de esta manera con las obligaciones del Derecho Internacional”, añadió Sánchez en un comunicado de Presidencia del Gobierno.
El presidente autonómico de la Comunitat Valenciana, Ximo Puig, declaró que “me ha comunicado (la vicepresidenta Carmen Calvo) que el Gobierno situará el puerto de Valencia como el puerto seguro para esta operación humanitaria que el Gobierno de España va a emprender de la mano de la ONU”.