“No hay ningún vuelo de Vueling a Barcelona que salga puntual. Y siempre vas con miedo a que lo cancelen”. Así ha resumido la situación un pasajero habitual de la compañía que opera la ruta entre Menorca y la Ciudad Condal.
Los continuos retrasos y cancelaciones que afectan a los clientes de Vueling ha provocado la indignación de los viajeros, que se han expresado a través de las redes sociales ante la reiterada falta de puntualidad.
Sin ir más lejos, anoche el vuelo de las 20.55 horas entre El Prat y el aeródromo de la Isla se canceló. Tampoco pudieron subirse al avión los pasajeros que esperaban en Maó, generando otra jornada de caos en los dos aeropuertos.
@vueling for sure the worse #airline ever. They cancelled our flight to #Menorca last night, they didn’t had enough hotels for everybody to sleep so already 13 hours at #Barcelona #airport trying to sort out our #holiday DON’T EVER FLY WITH THEM!
— alba balari (@AlbaBalari) July 3, 2018
Y….vuelo cancelado!!! Gracias @vueling por dejarme una noche mas en Menorca 😉
— Sergio Villa Carro (@s__villa) July 2, 2018
Gracias @vueling por dejarnos tirados a toda la familia en Menorca esta noche. Una vez más nos habéis maltratado. Te aseguro que NO LO OLVIDAREMOS
— Bruno Sainz (@BrunoSainzC) July 2, 2018
Queuing again in the morning to get back my money.. shame on @vueling pic.twitter.com/xoOy3V8Jwh
— Guiem Bosch (@Guiem_Bosch) July 3, 2018
La situación se ha repetido durante el invierno -donde Vueling tiene el monopolio, ya que ahora también vuela Ryanair-, pero se ha recrudecido desde el pasado mes de abril. También en conexiones con Bilbao.
El Consell Insular de Menorca ya forzó una reunión con los ejecutivos de la compañía el pasado 13 de junio para trasladar su “malestar” por los últimos incidentes, pero todo sigue igual. Retrasos, cancelaciones, reclamaciones y mucho caos.
Los usuarios, a través de las plataformas Twitter y Facebook, han trasladado a Vueling su indignación. La compañía catalana se ha afanado en contestar a cada uno de los afectados, muchos en el caso de Menorca.