El presidente de Ciudadanos Albert Rivera pidió al resto de partidos constitucionalistas unos acuerdos de estado mínimos para fortalecer España. Dejo claro que “hay que diferenciar entre adversario y enemigo”. Dejó esta segunda categoría para los populismos y nacionalismos que, a su juicio, quieren destruir.
Rivera hizo estas declaraciones en el marco de las Tertúlies d’Estiu de Es Mercadal en donde llenó la Plaça de l’Església. Entre estas políticas de estado habló de la carcelaria. El acercamiento de presos vascos desde Asturias le permitió atacar al ministro Grande Marlaska. recordó que cuando era juez se oponía a este acercamiento y ahora lo permitía. Achacó este cambio y el traslado de presos independentistas a los acuerdos del Gobierno del PSOE para lograr que triunfara la moción de censura.
Antes de su charla ante el público, Rivera trató de diferentes temas de actualidad con la prensa. El primero que sacó a colación fue la turismofobia. Explicó que “la pregunta jamás debe ser turismo sí, turismo no, sino qué calidad debe tener el turismo que queremos”. Recordó que este negocio supone el 16% del PIB a nivel estatal y no se puede renunciar a él.
En el ámbito balear se mostró interesado en contar con Joan Mesquida para su proyecto de igual modo que quiere a Manuel Valls como alcaldable por Barcelona. En este sentido, incidió en que los mejores son queines deben ocupar los puestos claves en las administraciones y por ello rechazó que los cargos se designen a dedo. Optó por hacer como en el caso de RTVE, por medio de un concurso público.
Por último reconoció los problemas de conexiones aéreas que padece Menorca y explicó que el aumento del descuento de residente es un paso adelante, pero que hay que adoptar más.