Si en lugar de ir a nadar a la playa de Sa Mesquida, en el norte de Maó, gira a la derecha en la indicación de Cala Es Murtar, este fin de semana se va a llevar una sorpresa.
La zona de pequeñas casas blancas, en su apogeo vital en mitad del verano y con más vecinos que en cualquier otro momento del año, es el momento ideal para celebrar actos como el IV campeonato de juegos de mesa, el
Encuentro de pesca, Festival de la canción, gimcana popular, pasacalles, barbacoa, baile y traca.
Es habitual que las zonas costeras o urbanizaciones en las que residen familias todo el año aprovechen las fechas veraniegas, donde vuelven los vecinos ocasionales (residentes de estío), para celebrar estos encuentros. Las fiestas patronales de los municipios menorquines no son el único recurso para divertirse en el fin de semana y estos encuentros de pequeños núcleos, habitualmente cerca del mar, son una opción más íntima (menos agobiante), que muchos aprovechan para incluir en su agenda de verano.
La mayoría de estas fiestas son abiertas a todo el público que tenga alguna relación directa o indirecta con dicho lugar (familiares, amigos o veraneantes habituales) y suponen sin duda la punta máxima de afluencia de personas en todo el año puesto que, como indicábamos, es el momento del año donde coinciden mayor número de vecinos.
Muchos de estos vecinos viven en Maó y tienen aquí su segunda residencia e, incluso, se tratan de familias que viven fuera de la isla pero que vuelven a la casa de la playa en estas fechas.