En una entrevista a Radio Menorca, uno de los controladores aéreos más veteranos del país y, casualmente, pregonero de las fiestas de Sant Climent, Pere Pelegrí, eludía dar credibilidad a los casos en los que se vieron alguna vez OVNIs en la isla.
Cualquier objeto que no se puede identificar se convierte, por la nomenclatura de la palabra, en un misterio que vuela. Pero, según Pelegrí, todos y cada uno de los casos en los que no hubo una explicación en primer término, se acabaron por resolver.
El caso más destacado que recuerda en su amplia experiencia en la torre de control fue en un momento en el que aparecieron en los radares evidencias de un objeto que se desplazaba de una manera extraordinariamente rápida. No había constancia en los planes de vuelo de ninguna aeronave que respondiera a esa trayectoria ni, sobre todo, a esas características. Pelegrí recuerda en este punto que la tecnología de detección y seguimiento de aeronaves ha evolucionado de manera exponencial, de manera que lo que hoy en día puede ser visto, seguido e identificado sin mayor problema, años atrás suponía un reto. En esas circunstancias era más fácil tener objetos no identificados.
Al final, el bólido que se desplazaba a una velocidad “que no era de este mundo” resultó ser un vuelo de prueba que hizo el Concorde dentro de los parámetros que recogían sus radares. Al no tener previsión de la visita de esta aeronave, todos los interrogantes convirtieron por un tiempo en OVNI al mismísimo Concorde.
