Un total de 4,5 metros cúbicos de la planta invasora conocida como «patata frita o Carpobrotus »es lo que retiraron unos voluntarios según informó el grupo ecologista GOB esta semana. La especie invasora ya tapizaba zonas costeras, arbustos y otras especies vegetales propias de los hábitats costeros rocosos menorquines. Son especies con una distribución muy reducida a nivel mundial, y por tanto, de alto valor de conservación.
También, en menor medida, se detectó otra planta invasora, la aptenia, especie que, al igual que la ‘patata frita’, es habitual encontrarla en jardines de particulares. De hecho, los voluntarios participantes pudieron observar como las casas del vecindario tenían macetas con esta planta.
Desde el GOB se lamenta la falta de sensibilización con respecto a el efecto perjudicial que estas plantas pueden tener sobre el medio natural, «huyendo» de los jardines para colonizar hábitats muy frágiles.
Paralelamente a esta jornada de voluntariado, también se realizó una actividad en la escuela de Fornells con el alumnado de primaria e infantil, sobre los peligros de tener plantas invasoras en el jardín y los beneficios del uso de especies autóctonas para este fin. De esta manera se plantaron 16 plantas aromáticas propias de la isla en el jardín de la escuela.