El Consell de Govern ha aprobado una partida económica de 300.000 euros para ayudar al Consell de Menorca a relanzar la declaración de la cultura talayótica de Menorca como patrimonio mundial de la UNESCO.
Esta cantidad se destinará al proyecto Menorca Talayótica 2018-2020 que incluye 25 yacimientos arqueológicos representativos de la cultura talayótica menorquina que ilustran la prehistoria y la protohistoria de la isla.
La declaración de patrimonio mundial de la cultura talayótica de Menorca supondrá un valor añadido al patrimonio histórico de Menorca, en particular, y de las Islas Baleares, en general, y en especial para los monumentos elegidos como representativos de los bienes arqueológicos de la época talayótica, con el objetivo de garantizar su protección de manera efectiva gracias al aval internacional que supondría la inclusión en la Lista indicativa de patrimonio mundial de la UNESCO.
En febrero de 2015, el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte aprobó el expediente de la candidatura, y en marzo del mismo año el Consejo Nacional de Patrimonio eligió esta candidatura para representar a España ante la UNESCO a partir del año 2016.
En mayo de 2017, el informe final del Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (ICOMOS), asociación civil no gubernamental ligada a la ONU a través de la UNESCO, recomendó aplazar la declaración de la Menorca Talayótica como Patrimonio Mundial a un nuevo proceso de evaluación. El anterior se había iniciado en septiembre de 2016 y concluyó en marzo de 2017.
El 9 de julio de 2017, el 41º Comité de Patrimonio Mundial de la UNESCO, reunido en Cracovia, ratificó el informe de ICOMOS y, reconociendo el potencial de la candidatura menorquina, recomendó que se enmendaran las cuestiones planteadas por ICOMOS y que la candidatura se llevara a inscripción en un nuevo ciclo de evaluación.
Por esto, es necesario revisar el expediente y llevar a cabo un importante programa de investigación y encargar una serie de trabajos específicos para acompañar la documentación oficial de la nominación y presentarla en el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte y la UNESCO.
Además, se promoverán campañas de divulgación de la candidatura, para sensibilizar e implicar a la sociedad civil de Baleares, y dar a conocer tanto a los visitantes como el resto de ciudadanos del Estado español; se deben realizar intervenciones que mejoren el estado y el conocimiento de los bienes objeto de la declaración, y poner en marcha el Plan de Gestión de los Yacimientos.