La implementación de un control de horas de trabajo en las empresas como medida anti fraude no ha gustado a las PIMEs de Baleare y alertan de que puede ser una “herramienta de presión porque el fraude y la evasión con horas extra no se soluciona exclusivamente con métodos de control de horarios”.
Se muestran “muy reticentes” ante la posible aprobación, a través de un decreto, que establecería un registro obligatorio de la jornada laboral medida que “parece ser más un elemento recaudatorio que un elemento de apoyo a los trabajadores”.
Consideran que la mayoría de las grandes empresas en la actualidad tienen sistemas de control de horarios, por lo tanto, este registro iría dedicado exclusivamente a las pymes.
Los conceptos de flexibilidad de la jornada laboral y de conciliación familiar también se pueden ver perjudicados por la puesta en marcha de un control de horarios. Según PIMEM estas ideas y la propuesta por el Gobierno de Sánchez “no pueden coexistir”. Por ello, desde la patronal solicitan que se aclare por parte del Gobierno cómo se va a solucionar dicho problema, porque si no “los trabajadores se volverán a ver atados a un lugar fijo de trabajo”.
Pero también valoran positivamente la intención del Gobierno de Sánchez por intentar luchar contra el fraude y la problemática que existe en España respecto a la cotización de las horas extras y el abuso que en ocasiones se produce sobre los trabajadores de cualquier ámbito o sector. Consideran que es un hecho necesario que tiene que existir un control de horarios y que las empresas tienen que analizar cómo debe llevarse a cabo y cómo se aplicará dependiendo del sector.