2018 se ha convertido en un año negro en lo que respecta a accidentes mortales en la red viaria de Menorca. A falta de dos semanas para terminarlo la red viaria insular ya suma cinco fallecidos. La última víctima fue la mujer mallorquina de 66 años que murió el pasado viernes. Los anteriores fueron un ciclista en abril y tres motoristas entre septiembre y noviembre. Se trata de una cifra muy alta en comparación con los años anteriores.
Así en 2017 y en 2016 se registraron tres muertos por ejercicio. En 2015 fueron dos y en 2014 y 2013 no hubo ninguno. Son números muy alejados de los que se vivieron en los primeros años de este siglo. En 2003 murieron en el asfalto doce personas, al año siguiente fueron 16 y en 2008 sumaron once.
A pesar del gran debate abierto sobre las obras en la carretera general, la seguridad de las rotondas y similares, se da la circunstancia que ninguna de las víctimas de este año falleció en un accidente en la Me-1. Mientras otras vías como el Camí d’en Kane ya suman en este 2018 más de una docena de accidentes graves, entre ellos uno mortal.