Nuevas complicaciones en la operación de rescate del pequeño Julen, el niño de dos años que cayó hace más de una semana en un pozo de 25 centímetros de diámetro y 110 metros de profundidad en Totalán (Málaga).
Las tareas previas a la ejecución de la excavación horizontal que desarrollarán los mineros para rescatar a Julen, que han continuado durante la noche, en un trabajo estimado entre 12 y 14 horas después de que a las 20.30 horas de este lunes concluyera la perforación de 60 metros de la galería vertical paralela. Sin embargo, se han encontrado nuevas dificultades técnicas en dicho proceso.
Los trabajos, como vienen sucediendo desde hace nueve días, han seguido sin descanso y durante este martes se prevé culminar el encamisado. Una de las mayores dificultades es encajar la ventana desde la que los especialistas de la Brigada de Salvamento Minero de Hunosa comenzarán a cavar unos cuatro metros en horizontal, a 72 de profundidad, para llegar hasta el pozo donde se encuentra el pequeño. En esto se estiman unas 24 horas por lo que se llegaría ya a este miércoles.
El equipo de ocho mineros bajará de dos en dos en la cápsula diseñada por el director técnico del Consorcio Provincial de Bomberos de Málaga, Julián Moreno; y fabricada por dos herreros malagueños.
Lo que se continúa haciendo en estos momentos, previo al descenso de la brigada, está más definido, según explicó este lunes el delegado del Colegio de Ingenieros, Canales y Puertos, Ángel García Vidal, quien señaló también que el trabajo que deberá ejecutar la brigada “no es nada fácil”.
Los operarios han empleado 55 horas para la finalización de la galería vertical de 60 metros de profundidad, lo que supone una velocidad de 1,1 metros a la hora, que se ha visto ralentizada en ocasiones por la gran dureza de los materiales. Como se ha venido indicando estos días por parte de los técnicos, se está ejecutando, a contrarreloj, una auténtica obra de ingeniería civil.