Estos indicadores salen de la voluntad del Observatorio Socioambiental de Menorca (OBSAM), junto con el Consell Insular de Menorca, de impulsar un estudio sobre la salud y calidad de vida de los menorquines en relación a los valores de sostenibilidad de Menorca como Reserva de Biosfera.
Una de las conclusiones de las jornadas sobre los 20 años de Reserva de Biosfera de Menorca fue justamente esta necesidad de poner en valor la relación existente entre la conservación del medio ambiente y el paisaje con el cuidado de la salud y el bienestar de la población. El proyecto también ha recibido el apoyo del departamento de Bienestar Social y Familia y la Agencia Menorca Reserva de Biosfera.
Los objetivos que se han marcado son los de hacer un primer sondeo de los datos relativos a la salud de los menorquines y la accesibilidad (o no) a esos datos. También recopilar la información existente y localizar dónde hay falta de indicadores en éste ámbito.
Hay datos demográficos, de mortalidad, de morbilidad (relación entre los datos de personas y capacidad de enfermar a lo largo de un periodo de tiempo), de la estructura sanitaria, de los hábitos de salud, de la promoción de la salud, prevención y relación entre salud y medio ambiente.
Algunos datos se echan en falta, como los de vacunación (excepto la gripal).
La recopilación de los datos que han publicado en su nueva web con este trabajo permite advertir los cambios a lo largo de una serie histórica (en aquellos datos que lo permiten). No obstante no puede resolver los motivos que empujan a estos cambios. Es necesario un conocimiento más experto en materia de salud a fin extraer un análisis más profundo de los datos presentados.
Lo primero que se presenta es el contexto demográfico de los menorquines. Se detecta un estancamiento de la población, acompañado de un envejecimiento, que ha sido más acusado en los últimos cinco años en el caso de Menorca, respecto al resto de Baleares. De esta manera se da un aumento de el índice de dependencia en personas mayores. Todo esto también está relacionado con el incremento de la esperanza de vida. Este aumento de la esperanza de vida se ve reflejado en la disminución de la tasa bruta de mortalidad que es ligeramente inferior en el caso de Menorca.
La salud entendida como la carencia de ésta, se puede analizar tanto desde la frecuentación de los hospitales, como a través del consumo farmacéutico. La proporción de altas hospitalarias en Menorca es inferior que en el conjunto de Baleares, es decir los menorquines requieren menos los servicios sanitarios que en el resto de Baleares. En rasgos generales no hay diferencias significativas entre Menorca y Baleares en cuanto a la incidencia de los diferentes grandes grupos de enfermedades. Sí se ha podido observar en las enfermedades de declaración obligatoria una mayor presencia de enfermedades de transmisión sexual al conjunto de las Islas Baleares en comparación a Menorca.
En cuanto al consumo de los medicamentos (con receta), no se dispone de una comparativa de los datos de Menorca con las de Baleares o España para poder enmarcar estos resultados. Se observa que hay ciertos medicamentos que han presentado un aumento en su consumo mientras que otros han disminuido. Los medicamentos más consumidos son los que se encuentran relacionados con los factores de riesgo cardiovascular y los ansiolíticos.
Para profundizar en la situación del sistema sanitario se ha estudiado la estructura sanitaria. En los últimos años ha habido una disminución de la ratio de Tarjetas Sanitarias Individuales (TSI) asignadas al personal sanitario de Baleares, siendo especialmente mayor efecto a Menorca. Además también se observa una disminución en las listas de espera para consultas externas y cirugías, aunque sólo se dispone de datos de los últimos tres años. Menorca presenta unas listas de espera menores a las del conjunto de Baleares. Por lo tanto parecería que en Menorca hay una estructura sanitaria más eficiente que en el resto de la Comunidad Autónoma.
La salud depende de muchos factores de nuestro día a día como la nutrición, la actividad física, los hábitos sexuales o el consumo de drogas. En Menorca se puede observar una menor edad de inicio sexual que el conjunto español, mientras que se presenta una menor incidencia de enfermedades sexuales y menor número de interrupciones voluntarias del embarazo que el conjunto de Baleares. De modo que parecería que hay una mayor conciencia sobre el uso de métodos anticonceptivos y de prevención de contagio de enfermedades sexuales.
En cuanto a la nutrición sólo se disponen de datos a nivel infantil y juvenil, en las que se puede observar un aumento del sobrepeso en la última década y una disminución de la calidad de la alimentación, que además ha sido especialmente notable en Menorca, aunque se ha podido observar este efecto en todo el conjunto de Baleares. El número de personas que han solicitado tratamiento por adicción a algún tipo de sustancia, presenta unas tendencias estables similares para Menorca y el conjunto de Baleares, siendo la sustancia por la que se tratan más, el alcohol entre los adultos y el cannabis entre los más jóvenes. De todas maneras hay una carencia de datos de cuáles son los valores reales de consumo de drogas, sobre todo en el caso del tabaquismo.
En el caso concreto de los jóvenes los últimos datos que se tienen son de 2006, por tan falta información actualizada. En el ámbito de la actividad física, se ha podido observar que Menorca presenta unos niveles de actividad física superiores que los de otros territorios, como Cataluña, y esta diferencia se hace aún más notable cuando se comparan en datos mundiales, donde estamos mejor situados. En cambio cuando se miran los datos de los desplazamientos activos diarios, los valores están por debajo del resto de la Comunidad Europea, siendo esta diferencia especialmente notoria cuando se compara con el conjunto español. Además buena parte de este desplazamiento activo es de duración muy corta. Por lo tanto en Menorca se camina poco y en desplazamientos cortos.