Al mismo tiempo que cumple 84 años, cumple también 80 sobre los escenarios. Eso da una idea del recorrido que Juan Cubas Cremades ha desarrollado en este mundo. Y ha decidido celebrarlo como mejor sabe; trabajando. El Orfeón Mahonés ha sido su casa desde que llegó de joven a Menorca y se enamoró (no solo de la isla).
Juan Cubas repasa su prodigiosa memoria y resuelve que el teatro lo ha superado todo. Ha vencido a la televisión, al cine o a internet. El teatro tiene la proximidad que no tienen otros medios para comunicar y hacer sentir al espectador. Y en 80 años ha hecho de todo, o casi, porque comenta que le hubiera gustado hacer una obra de Shaeskpeare, como Hamlet, aunque -por edad- ya no se ve en el papel. Sí que ha trabajado en otros muchos papeles. Los que más le gustan son los de corte serio (suspense, misterio). Destaca algunos como, por ejemplo, Doce sin piedad, que representó con el elenco de actores de la Casa de Andalucía.
Recuerda a muchos nombres propios con los que ha tenido el gusto de trabajar, en masculino y femenino, sin ánimo de dejarse a nadie. En definitiva, son muchos años. Cuando le preguntan qué es lo que más teme al subir al escenario admite que la falta del aplauso es terrible, pero que eso nunca pasa. A él nunca le ha pasado. Sí es probable olvidarse del guión pero no le preocupa porque es un actor suficientemente experimentado como para salir de esas situaciones airoso.
Ahora, con la obra premiada por el Born en 1998 de Jordi Galcerán Palabras Encadenadas se somete al aplauso de su público el sábado y domingo por la tarde en el Orfeón Mahonés.