Avanzan los trabajos para convertir viejas fincas medio abandonadas con amplias extensiones de terreno en zonas de producción de vino. Varios inversores extranjeros han entendido que el suelo y las condiciones meteorológicas son propicias para el desarrollo de la vid en la isla. Cuando el sector de la producción de leche se estancó, otras oportunidades surgieron en el ámbito del sector primario de Menorca.
En estos últimos años, varias fincas que reunían las condiciones adecuadas, han ido transformando sus espacios para acoger viña.
En la zona de Alaior se centran algunas de estas propuestas que podrían ver pronto la luz, como la de la propiedad de Santa Ponça.
Para rentabilizar esta transformación de la finca, los edificios principales se han convertido en un agroturismo con servicios como spa, piscina o restaurante además de una zona de alojamiento de calidad para 44 plazas.
Para que una nueva plantación obtenga vino se precisa un ph adecuado en el suelo puesto que la acidez de la tierra es determinante, así como también lo es el clima. Menorca ofrece un buen marco de partida para plantearse el cultivo de vid. Luego hay que escoger bien las cepas (tipos de uva) que se van a sembrar. Se necesitan aproximadamente 9 kg de uvas para producir 4 litros de vino, y 2,5 kg para producir 1kg. Generalmente, las vides producen unos 2,25 kg por cosecha. Hay que dejar espacio suficiente entre cada fila de vides, 1’8 m para ser exactos.
Con un sólido sistema de tutores para el correcto crecimiento de las plantas, lo que se necesita a continuación es tiempo y cuidados.