Su presencia en las playas es tan habitual como molesta pero varía año tras año en función de algunos factores como las corrientes marinas o la temperatura del agua.
Estudios del CSIC permiten conocer cada año más y mejor a esta especie. La intrusión en el Mediterráneo de especies poco habituales como la Carabela portuguesa han puesto en alerta en los últimos veranos a todo el mundo y, de hecho, programas de colaboración ciudadana están ayudando a conocer mejor cómo se mueve o evoluciona el viaje de estos cnidarios.
Menorca ya ha tenido este año unos meses donde la presencia de velella (o vela de mar), que es de la misma familia. En marzo se llenaron algunas playas de Ibiza de miles de medusas. Al inicio de este verano se preveé la presencia de medusas, pero sin poder anticipar si habrá muchas o pocas.
Al vivir en una isla y conociendo el factor de corrientes marinas y vientos que arrastran a las medusas de un lado para otro, no es muy difícil esquivar su presencia. Además, la picadura de las medusas con mayor presencia en la isla puede ser molesta pero no reviste gravedad.
Existen aplicaciones móviles (App iMedJelly, disponible para Android y Apple) que permiten dar aviso de la presencia de medusas, ayudando a los investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas CSIC a conocer los secretos de esta especie.
Según los expertos, lo que no hay que hacer cuando pica una medusa es:
NO aplicar agua dulce
NO aplicar amoníaco
NO aplicar alcohol
NO frotar
NO aplicar vendajes a presión
NO aplicar vinagre (excepto en casos específicos)
