Hay muchos alumnos que aprendieron de la iniciativa de Jordi Vivet y que, en boca de Pere Gomila, permitió generar un mayor interés por parte del público de la cultura menorquina. El propio festival Illanvers, donde se mezclan poesía y otras disciplinas culturales como la pintura o la música, nació a partir de las muchas influencias que dejó Vivet.
En 2018 se apagó la luz del activista cultural que en los años 70 recaló en Menorca por razones laborales, pues era mecánico de la marina mercante. También trabajó de delineante y como poeta de vocación y dinamizador cultural fomentó la creación de Es Mussols o del grupo de teatro Cop i queda.
Mucha de su poesía escrita es inédita y en la obra Calcigar el llamp se reconoce una cierta antología de su obra.
Aunque profesionalmente volvió a Catalunya, nunca se olvidó de la isla. Según Gomila, Vivet demuestra en su obra la aportación de palabras o términos típicos del menorquín.
El 13 de julio en el Institut Menorquí d’Estudis se realizará esta jornada de recuerdo a Jordi Vivet en la que Pere Gomila querría reencontrar a muchas personas que tuvieron una relación con él.