Generan dudas el número de turistas que llegarán este verano (57%), los beneficios empresariales que se obtendrán (48%) y la rentabilidad social que dejará en nuestras islas (62%).
Afirman los datos que recoge GADESO que los baleares creen que ésta será una peor temporada que la anterior (10%).
Al revisar con detalle los puntos fuertes y los puntos débiles del turismo, en Menorca se valora que el turismo ha sido la base del bienestar de los isleños (47%), además de ser generador de puestos de trabajo -aunque temporales- (40%) y que ha abierto puertas a nuevas formas de afrontar la vida (25%). En contraposición, el turismo también adolece de una excesiva y nada conveniente estacionalidad (86%).
Este porcentaje, en comparación con el resto de las islas, demuestra que en Menorca preocupa más este aspecto. Otros elementos en los que se recoge la opinión de los menorquines es que el turismo conlleva una excesiva ocupación del territorio y obliga al desarrollo de muchas infraestructuras específicas para atender las necesidades de los turistas (81%), que genera un perfil de trabajador de baja calidad con salarios o contratos peores que en otros campos (75%) o que el monocultivo económico que se está promoviendo genera una excesiva dependencia a este modelo (68%).
Aspectos de mejora para aplicar en el modelo turístico pasan por conseguir una verdadera desestacionalización (así lo cree el 45% de los encuestados en Baleares), diversificar productos (50%), gestionar mejor los recursos naturales y medio ambientales (45%) o promover más innovación y modernización del sector (40%).
Un 6% reconoce que la creación de nuevos puestos de trabajo es un hecho constatable. Como contrapartida están aspectos como salario, temporalidad o calidad de los puestos de trabajo que pese a las mejoras del convenio de hostelería no se acaban de percibir por la mayoría de los encuestados.
La percepción de los menorquines sobre los alquileres turísticos es que se precisa una buena regulación (45%). También el 35% creen que encarece los alquileres. Un 20% apunta que es una demanda real.
Por último, en cuanto a los cruceros turísticos, en Menorca el 40% cree que es necesaria una regulación, el 35% cree que es perjudicial y el 25% considera que es un buen producto.