El salario bruto por trabajador en Baleares creció un 3,38 por ciento en 2018, hasta situarse en 22.394,29 euros, por debajo de los 23.003,2 euros del conjunto nacional, según datos de la Encuesta Anual de Coste Laboral difundida este miércoles por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Baleares es la comunidad donde más aumentó el coste laboral neto por trabajador, un 3,37 por ciento, hasta los 30.108,41 euros. Le siguen País Vasco (2,9 por ciento) y Cataluña (2,3 por ciento). Sin embargo, el coste laboral neto de Baleares se mantiene por debajo del conjunto nacional, que alcanza los 30.883,44 euros, con un aumento del 1,1 por ciento.
El coste laboral se compone de sueldos y salarios, cotizaciones obligatorias, cotizaciones voluntarias, prestaciones sociales directas, indemnizaciones por despido, gastos en formación profesional, gastos en transporte, gastos de carácter social y otros costes, además de subvenciones y deducciones.
Los costes no salariales por trabajador también han aumentado en Baleares un 3,4 por ciento, hasta los 7.714,12 euros anuales. Baleares es la comunidad que registra el mayor gasto derivado del trabajo (334,32 euros), seguida de Madrid, pero en cambio, se sitúa en la posición más baja en cuanto a las indemnizaciones por despido (74,7 euros anuales por trabajador), gastos de formación profesional (42,5 euros) y subvenciones y deducciones (142,63 euros), y la segunda más baja en cuanto a beneficios sociales (278,29 euros).
Así, los salarios componen el 74 por ciento del coste bruto por trabajador y las cotizaciones obligatorias el 24 por ciento.
Una cuarta parte (25,4 por ciento) de los centros de trabajo de las Islas se regulan por convenios colectivos estatales, si bien representan el 19,5 por ciento de los trabajadores. La mayor parte de los centros de trabajo (62,9%) se regulan por convenios colectivos inferiores al ámbito estatal (57 por ciento de los trabajadores de Baleares).
Sólo el 3,5 por ciento de los centros de trabajo de Baleares (el 12,9 por ciento de los trabajadores) se regulan con convenios propios de empresa.
El 1,5 por ciento de los centros de trabajo regulados por convenio – o lo que es lo mismo, un 2 por ciento de los empleados- vieron modificadas sus condiciones de trabajo durante 2018. El 1,4 por ciento de los centros de trabajo -representativos del 1,8 por ciento de los trabajadores- sujetos a convenio modificaron las condiciones salariales.