Barcelona ha rendido hoy un sentido homenaje a las víctimas de los atentados terroristas yihadistas que tuvieron lugar hace dos años y que se saldaron con la muerte de 16 personas y 155 heridos.
Un acto sin discursos políticos en el que se ha guardado un minuto de silencio y se ha hecho una ofrenda floral y en el que no han participado ni el Rey ni el presidente del Gobierno. Durante el mismo ha sonado ‘El cant dels Ocells’ y se han mostrado pancartas contra el odio en una de las cuales podía leerse: “el Islam condena tajantemente el asesinato de personas inocentes” mientras que en otra se pedía saber toda la verdad.
El homenaje se ha llevado a cabo en el el mosaico de Joan Miró, donde se detuvo la furgoneta con la que se cometió la matanza tras recorrer unos 500 metros. Unas 70 personas, entre víctimas y familiares de estos, se han colocado en primera fila de la ceremonia.
Entre las autoridades presentes, el presidente de la Generalitat, Quim Torra; el presidente del Parlament, Roger Torrent; la alcaldesa, Ada Colau; el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska; el presidente del Senado, Manel Cruz; el vicepresidente de la Generalitat, Pere Aragonès; la consellera y portavoz del Govern, Meritxell Budó, y la delegada del Gobierno central en Cataluña, Teresa Cunillera.
Junto a las víctimas, familiares y autoridades, también había representantes consulares de Portugal, Alemania, Australia, Reino Unido y Bélgica así como autoridades civiles y mandos policiales.