Según indica el Gobierno en una respuesta parlamentaria al diputado de EH Bildu en el Congreso Jon Iñarritu, en 2018 hubo en total 210 fallecimientos en el interior de las prisiones y en los hospitales de referencia de los centros penitenciarios, un 42,9 % más que en 2017.
Las muertes naturales encabezan la estadística, con 105 presos fallecidos en 2018, frente los 87 casos del año previo.
Los registros atribuyen, sin embargo, a las drogas el mayor alza: 62 muertos en 2018 -61 casos en prisión y uno en el hospital-, un 121 % más que en 2017.
Los suicidios también subieron, pero en menor medida -de los 27 registrados en 2017 se pasó a 33 (un 22 % más)- y hubo también cuatro defunciones por VIH/Sida, dos más que el año anterior.
Las muertes accidentales pasaron de 2 a 5 y, de nuevo, sólo hubo una muerte por agresión, ocurrida en Soto del Real (Madrid).
En Madrid, seis prisiones sumaron 25 muertos, por delante de Sevilla (24), Cádiz (16) y Alicante (11).
Las cárceles sevillanas destacan por el número de fallecidos a causa de las drogas, con 12 víctimas en 2018 frente a las 8 de 2017.
Por detrás quedan Madrid, donde 6 presos perdieron la vida por esa causa, y la prisión de Algeciras, con 6 fallecimientos, 5 más que el año previo.
De los 33 suicidios que se contabilizaron en 2018, 5 de ellos tuvieron lugar en Madrid, 4 en Badajoz y 3 en Alicante.Los presos que fallecieron por VIH/Sida estaban internos en Teixeiro (A Coruña), Valencia, Navalcarnero (Madrid) y en el Hospital Psiquiátrico de Sevilla.
La mayoría de los presos fallecidos, 125, estaban en segundo grado, es decir, en régimen ordinario.