La quiebra de Thomas Cook supone el fin del touroperador más antiguo del mundo, con 178 años de historia. La compañía nacio de la mano del inglés Thomas Cook, que fue la primera que ideó un viaje organizado, cuando en 1841 fletó un tren con un grupo de gente con destino a un congreso antialcohol en Loughborough.
A pesar de que ese primer viaje organizado no le proporcionó demasiado éxito económico, Cook vio en esa actividad un posible beneficio futuro, por lo que años más tarde se decidió a crear una agencia de viajes, Thomas Cook & Son, considerada la primera de la historia.
En la actualidad, la compañía cuenta con 22.000 trabajadores -9.000 de ellos en el Reino Unido, un millar en España-. La compañía cierra después de haber logrado reunir los 200 millones de libras (unos 227 millones de euros) que necesitaba para su supervivencia a corto plazo.