La situación política, inestable y llena de crispación, sin llegar a acuerdos que permitan un gobierno, está dinamitando la confianza de la ciudadanía que ve el nubarrón de tiempos difíciles que se avecinan.
Sería distinto si hubiera alguien que llevara las riendas del país con decisión o, aún mejor, con el consenso de todos los partidos. La Fundación Gadeso recoge el parecer de 400 encuestados que reflejan su preocupación por una situación socioeconómica mala.
Al comparar los resultados de estas apreciaciones con los que se recogieron en las postrimerías de los comicios del 28 de abril pasado se ve claramente que fruncimos más el ceño al responder las encuestas.
Entramos ahora en el apartado de analizar qué es lo que no nos gusta de la situación política. Antes era Cataluña lo que nos parecía grave. Ahora pasa por delante la falta de estabilidad política que nos ha empujado a unas nuevas elecciones.
A la hora de escoger el mejor puzzle posible para resolver la encrucijada política la mayoría (29%) confiesa que no se atreve a colocar las piezas sobre el tablero puesto que no sabe por dónde pueden ir los tiros el 10 N. Pero a poca distancia por detras (27%) se apuesta por un gobierno monocolor del PSOE con el soporte de Unidas Podemos y Más País, como la opción más plausible.
Trasladamos ahora las valoraciones a las gráficas que analizan los principales problemas socioeconómicos y vemos que las pensiones sigue siendo el asunto que encabeza una lista donde también encontramos la dificultad de acceder a la vivienda, la falta de estabilidad laboral y otros.
Para resolver esta situación de índole económica hay tres opciones que destacan. Como ocurrió antes, la de quienes no se mojan mostrando una opción es la mayoritaria (26% no saben o no contestan). Después está quien cree que un gobierno de PSOE con soporte de Unidas Podemos y Más País. La tercera opción que despunta con un 17% es la de un gobierno de coalición entre PSOE y Ciudadanos.
Concluye el cuaderno Gadeso que tanto el conocimiento de los candidatos de Baleares a Congreso y Senado como de su valoración es muy baja.
La sentencia del “procés” sin duda puede marcar diferencias hacia uno u otro sentido pero, en suma, no se percibe que ello vaya a mejorar de manera clara la situación política futura del país.