El 31,1 por ciento de los ciudadanos de Baleares sufre sobrepeso y el 15,5 por ciento padece obesidad, debido a una alimentación no saludable, lo que puede perjudicar seriamente su bienestar, según ha informado la Sociedad Española de Dietética y Ciencias de Alimentación (Sedca).
Sedca ha explicado que, para ayudar a la población a mantener un peso saludable, ha presentado ‘Los secretos mejor guardados de una buena dieta’ que, según el profesor de la Universidad Complutense y presidente del Comité Científico del Sedca, Jesús Román Martínez, “son ideas fáciles de poner en práctica, lo que no significa que no conlleven un esfuerzo personal”.
En este sentido, ha declarado que “es mucho más costoso, para el bolsillo y para el cuerpo, repetir en bucle regímenes supuestamente ‘maravillosos’ (a menudo draconianos, mágicos o directamente inútiles) y hacer cantidades absurdas de ejercicios que pueden provocarnos más daño que beneficio”.
Entre las propuestas y consejos que aparecen en el documento ‘Los secretos mejor guardados de una buena dieta’ se encuentra, por ejemplo, “consumir alimentos de cercanía y preferiblemente frescos”, “realizar ejercicios cinco días a la semana” y “consumir fruta habitualmente”.
También diversas instituciones internacionales indican que el consumo moderado de alcohol no debe superar los 30 g/día en los hombres (tres cañas de cerveza tradicional o 600 ml) y los 20g/día para las mujeres (dos cañas o 400 ml), y, si se ingiere, es aconsejable hacerlo acompañada de alimentos sólidos.
En este sentido, Román ha recordado que “el cuerpo humano contiene alrededor del 50-60 por ciento de agua, por lo que es la bebida de elección a lo largo del día, ya que su función es, sobre todo, hidratar el organismo”. No obstante, ha indicado que una cerveza ‘tradicional’ aporta unas 45 kcal por 100 mL, y la sin alcohol, 15 kcal/100 mL.
El profesor y presidente del Comité Científico del Sedca ha señalado que, “tal vez, hay que echarle la culpa del sobrepeso y la obesidad a las tapas o al picoteo antes que a la cerveza salvo que su consumo no sea moderado y excesivo”.
De este modo, ha destacado que “lo importante es entender que alimentarse es un hecho muy complejo” donde se entrelazan diferentes factores como la psicología, la educación, los alimentos que están disponibles en la localidad, la economía, lo que comen las personas que hay cerca, etcétera.
Por este motivo, ha recomendado que “lo primero para perder peso” es ponerse en manos de un profesional que sepa de nutrición y que, por supuesto, se preocupe por el bienestar del paciente, ya que “lo más importante es aprender a comer bien”.
En este sentido, ha remarcado que es primordial contar con un “buen estudio dietético e individualizado”, que se adapte a los hábitos y costumbres del paciente, obteniendo una valoración de la composición corporal para valorar la evolución del cuerpo. “La mejor dieta es el sentido común”, ha concluido.
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