“Esa estrategia del perrito… al elector no se le puede tratar como a un imbécil”

¿Usted se esperaba esta hecatombe?

No, yo esperaba un resultado malo pero no éste. Calculaba que nos quedaríamos en unos 18-20 escaños. Lo que sí le digo es que según avanzaba la campaña y veía cómo se desarrollaba, me di cuenta de que habíamos perdido el norte por completo.

Ponga ejemplos, por favor.

El perrito, la aparición en moto… Esos tics de frivolidad, infantilidad o de supuesto coleguismo. Al elector no se le puede tratar como a un imbécil. En ocasiones, los ciudadanos emiten el voto por razones emocionales y por simpatía, y los principios pesan poco, pero lo que no se puede hacer es convertir ésto en una parodia, que es lo que terminó siendo. En política es importante lo emocional pero también lo racional. No puedes prescindir de lo segundo en provecho de lo primero.

Esa estrategia del perrito, la moto… Al elector no se le puede tratar como a un niño o un imbécil

Ahora una Gestora pero después, parece evidente que Inés Arrimadas será la próxima líderesa del partido. ¿Ha hablado con ella?

A través de whatsapp, le envié un mensaje diciéndole que estaba a su disposición para cualquier cosa que sea devolver al partido a su esencia. Me contestó, me dio las gracias, intercambiamos unas palabras y poco más.

Tiene madera de líder y carisma.

Ha demostrado muchísimo durante todos estos años, especialmente en Cataluña donde ha sido valiente y una excelente parlamentaria. Además, ahora está el Congreso. Igual podría darse una fórmula: la bicefalia. Que haya un presidente o presidenta del partido e Inés de portavoz y presidenta del grupo parlamentario, aunque honestamente, no creo que ésto llegase a cuajar en un partido tan presidencialista como éste.

Debe haber más dimisiones que la de Rivera, no basta un simple cambio de piezas. Necesitamos un cambio de políticas y personas cercanas a la presidencia

Rivera ha dimitido. ¿Debería haber alguna dimisión más?

Sí, aquí lo que se necesita no es un simple cambio de piezas. Tenemos la suerte de tener a Inés, que puede desempeñar a la perfección la labor de Albert, pero necesitamos un cambio de políticas y personas cercanas a la presidencia. La responsabilidad máxima es del presidente pero por debajo hay otras responsabilidades y quienes las han desarrollado y apoyado las deben asumir.

¿Se atreve a dar nombres?

El partido, además, del secretario general, tiene dos patas fundamentales: organización y comunicación, las que más han funcionado en los últimos tiempos. Desgraciadamente no han pesado ni programas ni acción institucional. Se ha notado en la falta de fuelle en el discurso: mucho más frívolo, más de tuit. También en la elaboración de las listas, decididas estrictamente por la Organización del partido, con conceptos como ‘premio’ o ‘castigo’ por la fidelidad a personas más que a principios.

Los responsables de organización y comunicación son también responsables de la estrategia fallida

Retrocediendo al 10N: la abstención les ha hecho mucho daño.

Efectivamente, cuando ves la transferencia de voto, se observa que la mitad de los que nos dejaron de votar se fueron a la abstención. El resto, a PP, Vox y PSOE. Hemos perdido un millón de votos que no se han ido a otro partido. Muchos me preguntan, ¿pero hay espacio para Ciudadanos? Y claro que lo hay. El de una formación centrado, centrista, liberal, rotundamente contrario al nacionalismo y con capacidad de llegar a acuerdos a un lado y a otro. Lo que era el partido al principio.

¿Hasta dónde ha afectado Cataluña?

Gran parte del electorado que nos votaba por la capacidad de enfrentarnos al nacionalismo, se ha traslado a Vox y también al PP debido al “efecto Cayetana” en Barcelona. Mire, en Cataluña, como en el resto del país es fundamental mantenerse como un partido útil. No puede ser que que encarnes un papel de resistencia y que luego parezca que ya no lo haces.

Que de hecho, haya alguien que parece que lo hace “mejor”.

Mejor en este aspecto y en la utilidad como partido constitucionalista de llegar a acuerdos para impedir un Gobierno en el que esté representado el independentismo. Incluso con los pactos de después de las autonómicas, en junio, el núcleo duro de la Ejecutivo decidió que había una propuesta cerrada y de ahí no se movían. Unos cuantos integrantes y yo nos manifestamos en contra o nos mostramos recelosos, ya que en política es vital ser coherente pero también saber percibir la realidad vistos los resultados.

Es vital ser un partido útil, no puede ser que encarnes un papel de resistencia en Cataluña y que luego parezca que ya no lo haces

Explíquese.

En política hay que ser coherente, si dices que no pactas con Sanchez, no pactas. No al menos al día siguiente, dando volantazos. Pero si ves que, entre elección y elección o investidura pueden pasar cuatro-cinco meses, la gente no entiende que no des una salida. Igual es que mucha gente que te había votado a pesar de tu rechazo a Sánchez, visto el resultado, sí lo habrían entendido.

Es decir, que estrategicamente ha sido un error fijar ese rechazo al PSOE en campaña…

Lo puedes hacer pero luego tienes un problema, sabiendo analizar la realidad. Hay que saber darse cuenta desde el principio que la gente te está abandonando, no a una semana de las elecciones que te da por poner encima de la mesa aquel pacto con los tres puntos. Ahí ya has perdido toda crebilidad.

Suena a desesperación.

Albert debería haber presionado a Sánchez para sacarlo adelante, manteniendo, eso sí, tus condiciones innegociables. Al menos, te habría permitido quedar como el partido que lo intentó. Falló la credibilidad y falló la imagen de partido útil.

Entonces defiende que sus electores habrían entendido el pacto PSOE-Ciudadanos de abril.

Una parte importante lo habría visto como una traición o un cambio de postura a lo que el partido había prometido, pero había varios temas en aquellos momentos, como Navarra, en los que Ciudadanos podría haber intervenido y no lo hizo por empecinamiento básicamente de Albert.

Él y su núcleo duro estaban seguros de que habría pacto PSOE-Unidas Podemos. Apostaban por una oposición dura con 57 escaños y poder de influencia, mientras PSOE y Unidas Podemos se llevaban a matar. Por no hablar, de estar muy crecidos y muy cerca del PP. Pero finalmente, la estrategia de Sánchez (repetir elecciones para sacar más escaños y no necesitar a prácticamente nadie) también falló y en Ciudadanos no hubo Plan B.Acercarse o superar al PP. ¿El partido se deslumbró con esa idea?

Sí, hubo ambición de superar al PP y convertirnos en alternativa de Gobierno, pero aquello era irreal y estaba totalmente alejado de los principios fundacionales.

El futuro pasa por ser un partido de centro, útil, de acuerdos, con un mensaje sólido, sin la cultura del impacto, la brevedad y el tuit

¿Pero podría darse?

Podría haber funcionado antes de la moción de censura porque el PP de Rajoy representaba lo viejo, lo antiguo, lo corrupto… Pero entre que Sánchez se apoderó de los resortes del poder y que el PP escogió a un líder de perfil parecido al tuyo, todo se complica. Aún así, el espejismo se mantuvo en abril cuando con los 57 escaños. Las alarmas deberían haber saltado en las autonómicas, que perdimos mucho.

El futuro pasa por ser un partido de centro, útil, de acuerdos, con un mensaje sólido, sin la cultura del impacto, la brevedad y el tuit.

Yo apuesto por la palabra bisagra que, aunque suena feo, su función –unir dos elementos- nos va bien. Bisagra sería, por ejemplo, juntar al PSOE y PP en un mismo partido. Lo de atornillarse a un lado o a otro, eso ya es otro concepto.

Yo apuesto por la bisagra, es decir, juntar al PSOE y PP en un mismo partido

Hablaba de ‘tuit’, yo le hablo del hashtag #trifachito. ¿Eso también les ha herido?

El panorama es complicado, sí. Tú pactas con el PP pero necesitas los votos de Vox. Pero en los programas pactados, Vox no había metido nada, al menos al principio. De todas formas, considero que cuando estás en una situación de centralidad, tú no puedes pactar con un partido de extrema derecha ni con uno de extrema izquierda, es decir, Podemos.

Entiendo, por tanto, que usted se negaría a la abstención para facilitar el Gobierno PSOE-Unidas Podemos.

Por supuesto, y menos dependiendo de independentistas. No a la abstención y, de hecho, postura beligerante ante un gobierno así. Eso no hubiera ocurrido si hubieses llegado al pacto con el PSOE en su momento porque la mayoría absoluta se daba, muy a pesar de Francina Armengol. Recuerdo lo mal que lo pasó cuando firmamos aquel acuerdo con Pedro Sánchez -que finalmente no fructificó- iba por el Parlament como una moto sólo de pensar en nosotros dos (ríe).

Cuando estás en una situación de centralidad, no puedes pactar con un partido de extrema derecha ni con uno de extrema izquierda, es decir, Podemos

Aboga por un cambio radical a nivel nacional y ¿territorial y europeo?

Por supuesto. La idea de fichar a gente valiosa de la sociedad civil no puede acabar en una táctica de desgaste al adversario, como si el Barça se dedicase a fichar a jugadores del Madrid y viceversa. Por otro lado, a nivel territorial también es urgente una regeneración, no puede mantenerse el maltrato y el desprecio a parte de la militancia con unas maneras de proceder atribuíbles a la responsable de organización de aquí. Eso también ha quemado el partido por dentro y ha hecho que muchos militantes se hayan dado de baja.

No será que no les avisaron desde aquí de quién era Bauzá…

Eso también. Es curioso la falta de permeabilidad de los grupos próximos al líder, – a Sánchez también le está pasando-. Cuando tú informas de la realidad, de lo que puede suponer y dan un portazo a cualquier posibilidad de debate… Ya no hay nada que hacer.

No volvería a un cargo institucional pero sí quiero ayudar a devolver al partido a lo que era

¿Usted volvería?

No. Mi etapa de representante institucional se acabó, pero sí quiero ayudar al proyecto y a la gente más joven.