El Govern balear redactará un nuevo decreto para regular a los agentes de la propiedad inmobiliaria (API). Se exigirá la acreditación de formación, solvencia económica y la inscripción en el registro público con el objetivo de defender a los consumidores y evitar el intrusismo.
El conseller de Habitatge, Marc Pons, acompañado del director general, Eduardo Robsy, anunció este lunes, junto con los representantes del sector de los agentes inmobiliarios, la futura normativa de regulación. Esta normativa fijará los requisitos para ejercer la profesión, las condiciones en que se podrá desarrollar y la necesidad de estar inscrito en un registro oficial. Igualmente, se establecerán sanciones si se actúa al margen.
Los representantes del Colegio de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria (API); Asociación Balear de Servicios Inmobiliarios (ABSI) y la Asociación Balear de Asesor Inmobiliarios (ABAI), aseguraron que es imprescindible esta regulación. La previsión es que el decreto que regulará el sector inmobiliario se pueda aprobar el próximo año. En este momento, el proyecto de decreto está en fase de consulta previa a la ciudadanía.
El conseller ha destacado, en esta línea, que la normativa nace desde el acuerdo con el sector, con el objetivo común de proteger al consumidor y evitar el intrusismo y las malas prácticas.
El modelo de regulación que se propone -y sobre el que se trabajará en los próximos meses para su concreción- se marca el objetivo de defensa de los consumidores y de garantizar un servicio de calidad que posibilite un correcto asesoramiento en todas las operaciones ligadas a la vivienda: compras, ventas, alquileres …
Esta regulación incluirá medidas que permitan garantizar la solvencia profesional y económica de los profesionales para dar todas las garantías a los consumidores y también otros que permitan hacer visibles las personas o empresas avaladas legalmente como profesionales del sector.