La Copa del Rey Panerai, organizada por el Club Marítimo de Mahón y el Real Club Náutico de Barcelona, cerró su undécima edición con el triunfo del Chinook, ganador en la clase Época Cangreja y líder del Trofeo Panerai Classic Yachts Challenge en su versión mediterránea. Sus tres primeros puestos, tanto en real como en compensado, dejan bien claro que la embarcación diseñada por N.E. Herreshoff, de 18 metros de eslora, no encuentra rival en el circuito. Marigan (1898), que tiene el honor de ser el barco más antiguo de la flota, ganador del Circuito Mare Nosrtrum 2013 y cuya tripulación está formada por familiares del armador y jóvenes valores de la vela ligera (la media de edad es de 17 años), navegó siempre en la popa del Chinook y tuvo que conformarse con la segunda plaza.
En la clase Big Boats, para barcos de más de 25 metros de eslora, el Mariquita (1911) se proclamó campeón a pesar de que su gran rival, el monegasco Moonbeam IV (1914), se adjudicó con autoridad (13 minutos de ventaja en compensado) la última regata. Mikael Creach, patrón del barco que perteneció al príncipe Rainiero de Mónaco, advirtió esta mañana que hoy ganaría la última prueba para terminar la Copa “con la cabeza alta” después de que el jurado le descalificará por una maniobra ilegal en la presalida de la segunda jornada. Creach no aceptó la decisión, “porque así es el deporte”, pero reivindicó el “rendimiento espectacular” de su tripulación, formada en su gran mayoría por regatistas amateurs.
En Época Marconi, el Sirius venció en la última regata y se adjudicó la Copa del Rey Panerai con más holgura (tres puntos) de la que cabía esperar tras la segunda jornada, en que un sólo punto separaba este Sparkman and Stephens de 1937, armado por el italiano Paolo Zannoni, del Enterprise (1939), que terminó en segunda posición, y del Skylark (1937), tercero.