Son pequeños, suaves, adorables. Como peluches. Luego crecen y se vuelven juguetones pero puede que un poco pesados. Después vienen los destrozos en casa, los gastos en veterinario, las atenciones diarias… Y de repente, ese bonito regalo de Navidad se convierte en una auténtica losa para la familia. Por eso, antes de regalar un animal estas Navidades, reflexione seriamente sobre su futuro: no son cosas, son seres sintientes y su abandono es delito. mallorcadiario.com habla sobre éste y otros asuntos de maltrato animal con los abogados Manuel Molina, Yolanda Marroig y Salomé Zanoguera, miembros de la Asociación Balear de Abogados por los Derechos de los Animales (ABADA) -pionera en toda España y conocida por haber conseguido las dos primeras entradas en prisión tras una condena por maltrato animal: la del autor de la muerte violenta del caballo Sorky y el del perro Mix. Asimismo, forman parte de la Comisión de Derechos de los Animales del ICAIB, desde donde trabajan la parte institucional.
“Cuando alguien acude a una tienda de animales y ve un cachorrito reluciente, perfumado y precioso, muchas veces lo que no sabe es que ese animal procede de auténticas granjas industriales de cría de animales, muchas de ellas fuera de España, en países del Este”, afirma el portavoz Manuel Molina. “Imaginen el desplazamiento terrible desde tan lejos en contenedores, amontonados y en pésimas condiciones: sólo sobreviven los animales de las capas más altas”.
Es la cruda realidad de la cría de animales y que tantas operaciones policiales han desenmascarado. “Seamos conscientes que desde que se mezcla a los animales con una actividad que genera beneficio, su bienestar corre peligro”, agrega Molina.
Consigna básica: adoptar, no comprar. “Lo que cualquier ciudadano debería preguntarse es ¿debo comprar un animal cuando las perreras están llenas? ¿Debo propiciar que se sigan generando cachorros cuando las perreras están a rebosar? Un perro adulto, que ya tiene dos años, sigue siendo un animal juguetón pero mas tranquilo y que seguro, nos va a dar menos problemas”, opina.
“Hay que pensarse mucho la adquisición de un animal: es una responsabilidad, no un derecho”, agrega Marroig.
Basta darse un paseo por cualquiera de las protectoras que operan en el archipiélago para constatar el ejército de perros y gatos abandonados por sus propietarios.
“Hay comunidades que están peor que la nuestra en maltrato animal. Aquí no tenemos, por ejemplo, la lacra de los perros de caza que acaban colgados o muertos a palos cuando dejan de ser útiles. Pero los casos que se repiten sin cesar son los de ‘perro alarma’, ese que se pasa la vida entera atado y solo, sin socializar ni recibir atención. Es penoso”, critica Marroig. ¿El problema? Que la Ley lo permite de facto ya que ésta establece que el animal debe permanecer suelto al menos una hora al día, algo prácticamente imposible de controlar. “La solución pasa por ordenanzas municipales que determinen el máximo de horas que pueden estar atados, fundamentalmente dos”.
Estos tres abogados y amantes de los animales han conocido casos terribles de maltrato: desde perros apaleados casi hasta la muerte hasta yeguas violadas. “Y luego está el maltrato menos grave pero diario y que va haciendo mella, como el de los caballos de las galeras” -los “restos” de los que ya no sirven en los hipódromos y que tienen que soportar condiciones y jornadas insufribles durante el verano- o como los gatos caseros abandonados a su suerte en la calle o los ferales que terminan capturados y liquidados.
“ANTE UN MALTRATO EVIDENTE LA POLICÍA ESTÁ FACULTADA PARA ENTRAR EN UN DOMICILIO SIN PERMISO JUDICIAL”
Otro de los obstáculos que hay que superar es la idea ampliamente instalada de que la Policía no puede penetrar en una casa si se da un caso de maltrato animal. “Toda vivienda está protegida por el derecho a la intimidad pero ante un delito flagrante de cualquier tipo -asesinato, abuso, violación, maltrato…- las unidades policiales están facultadas para entrar y ayudar a esa mujer, niño, hombre, anciano… Y también a un animal“, recuerda Marroig.
“El problema es que hay unidades más especializadas con conocimientos y protocolos muy claros, como el Seprona o las Policías Locales de ciertos municipios como Castellón de la Plana o Fuenlabrada, que tienen muy claro cómo actuar ante un caso de delito flagrante. Pero hay otras que no”, lamenta Molina. Y no se refiere necesariamente a una falta de voluntad del agente sino de formación. “Habría que dar talleres y clases con claves legales a todos los policías municipales para que sepan cómo actuar con determinación y sin temor a represalias”, inciden desde ABADA. El siguiente paso -y visto el panorama en Balears, lejano- sería la creación de unidades especializadas en este delito. Tendrían mucho trabajo, por desgracia.
SERVICIO SOJMA: GRATUITO Y OPERATIVO LOS 365 DÍAS
Ante el maltrato, denuncia. Siempre. Pero, ¿y si hay duda? ¿Si no está claro que ese comportamiento implique un delito o una falta administrativa? Los letrados de ABADA recomiendan asesorarse mediante el SOJMA, un servicio de orientación jurídica gratuita sobre las medidas que se pueden adoptar ante un caso de maltrato que cualquier ciudadano conozca o vea.
Un equipo de abogados voluntarios -entre ellos, Molina, Marroig y Zanoguera- atienden en persona todas las solicitudes cada primer viernes de mes, pero si el caso es grave y urgente, cuando uno pide cita y especifica el motivo de la consulta, ellos se ponen en contacto telefónico automáticamente para arrancar las acciones oportunas.
Lo hacen todo de manera altruísta. De hecho, pierden tiempo y dinero… Pero ganan en conciencia. “Estamos convencidos de que ésta es una causa justa y necesaria”, sonríen.