Ante el rey Felipe VI, Pedro Sánchez ha prometido este miércoles el cargo de presidente del Gobierno después de ser investido ayer para el cargo por el Congreso de los Diputados. Lo ha hecho con la mano sobre la Constitución y sin Biblia ni crucifijo en la mesa.
Con una diferencia de solo 2 votos, Sánchez consiguió ayer el apoyo del Congreso de los Diputados y ha pronunciado la fórmula de promesa posando su mano derecha junto a una Carta Magna abierta por el artículo 99, el relativo al proceso de investidura tras las elecciones.
Además de la ministra de Justicia en funciones, Dolores Delgado, como notaria mayor del Reino han estado presentes las presidentas del Congreso y el Senado, Meritxell Batet y Pilar Llop, el representante del Consejo General del Poder Judicial, Carlos Lesmes y el del Tribunal Constitucional, Juan José González Rivas, además del jefe de la Casa del Rey, Jaime Alfonsín; el secretario general, Domingo Palomo y el jefe del Cuarto Militar, Juan Ruiz Casas.
… parece mentira que aún haya gente a la que le llame la atención que no haya parafernalia religiosa en las tomas de posesión de cargos políticos públicos… lo noticiable sería lo contrario, como en los tiempos sepia del NODO pepero… si un cargo electo es creyente o no, no nos importa a los ciudadanos, somos un estado aconfesional y debemos además parecerlo… y pronostico una agenda laicista del nuevo gobierno, que deberá denunciar los acuerdos con la autoproclamada santa sede, que se usan siempre para impedir que saquemos la asignatura de aologética religiosa de las escuelas o que les obliguemos a pagar impuestos como a todos… se avecinan tiempos apasionantes en este sentido…