El Hestia Menorca se ha dado un festín, a costa de un desarbolado Villarrobledo, que se ha visto devorado por el enorme trabajo, tanto ofensivo como defensivo, del equipo menorquín. La diferencia final, 39 puntos, la mayor desde que el equipo milita en LEB Plata, es el fiel reflejo de lo visto sobre la pista. Desde el primer período, en el que tres triples de Guebert han abierto la veda, el Villarrobledo ha sido un juguete roto a manos de un Menorca que encarará los dos partidos finales con una buena dosis de autoestima. Por poner un “pero” a la actuación coral de los menorquines, cabe reseñar que se “sufrió” en el rebote defensivo, única faceta en la que los manchegos no se vieron superados, 39 de los menorquines por 38 de los manchegos, 19 de ellos ofensivos. Sería injusto destacar la labor de un solo jugador, dada la actuación coral del equipo, todos los jugadores anotaron, cuatro de ellos por encima de los 10 puntos. Puestos a destacar, nos quedamos con Jarret Guebert, que encauzó la victoria en el primer período desde el triple, acabó con 14 puntos. 13 anotó Deion Bute, que acabó como MVP del partido, y 12 Corbacho. Y después está Pitu Jiménez, gran partido el suyo, dirigiendo y asistiendo, hasta 10 repartió el base madrileño. Fue un gran primer período del Hestia Menorca, y eso que el Villarrobledo planteó una buena defensa, al menos en lo que respecta a los hombres interiores, pero no supo o no pudo parar la línea exterior menorquina, primero fue Guebert, que con tres triples abrían un primer hueco, 14-6, pero es que a la fiesta se le sumaron Covington y Corbacho, éste último obligó al banquillo visitante a pedir tiempo muerto, con un 21-9 en el electrónico. El período lo cerraron Timoner y Bute, haciendo bueno el gran trabajo defensivo menorquín, 25-9. Fue entonces cuando el equipo de Pagès empezó a producir desde el interior, con una buena circulación de balón, Pitu Jiménez asistiendo, Bute, Otegui y Okeke anotando desde el interior y Serra y Corbacho desde el triple. El equipo manchego se veía superado y con hasta 23 puntos de desventaja a 4’40 del descanso, 40-17, un nuevo triple de Corbacho elevaría la ventaja hasta los 25 puntos pero el Villarrobledo reaccionó con un 0-7 de parcial, cerrado con un triple de Cuellar, que obligó a Pagès a pedir tiempo muerto. El parón surtió efecto, 6-0 de parcial y el partido se iba al descanso con un contundente 49-24. Nada cambió tras el paso por los vestuarios, el tercer acto solo sirvió para confirmar la enorme superioridad menorquina. No había relajación en defensa, en ataque se jugaba a placer y la diferencia ya era de escándalo, 64-31 tras triple de Guebert o 72-36 justo al finalizar el período, tras cerrarlo desde el 6’75 Pitu Jiménez, con una afición que se lo pasaba en grande. La lógica relajación, dado lo abultado del marcador, ni se notó en el tramo final del partido, y el Villarrobledo se vio incapaz de maquillar un marcador final que fue de 94-55. Incidencias Dos mil setecientas personas se lo pasaron en grande en las gradas del Pavelló Menorca, disfrutando del partido más plácido de la era LEB Plata. |