El confinamiento de la población para evitar el contagio por coronavirus ha cambiado los hábitos de compra de la ciudadanía según el primer análisis elaborado por el Observatorio que ha puesto en marcha la Conselleria de Agricultura, Pesca y Alimentación de Baleares.
Los técnicos han detectado que “las compras son más abundantes a primera hora de la mañana, dado que a lo largo del día faltan algunos stocks que sí hay a primera hora. Esto se debe a la reposición de los supermercados. También se ha detectado el interés que hay entre los consumidores por los productos frescos de fruta y verdura, que, en general, están muy abastecidos. Se ha observado también el cierre de algunas paradas de pescado, sobre todo en los mercados; y las pescaderías de las grandes superficies tienen menos pescado fresco y lo ofrecen descongelado”.
Además, el observatorio de precios ha constatado que “los precios en los mercados, supermercados y tiendas se han mantenido. Los técnicos del servicio observan los precios dos veces por semana, los martes y los viernes, y a diferentes horas del día. En general, se han detectado oscilaciones de tres o cuatro céntimos de aumento o de descenso, en función del alimento, con relación al primer día de observación”.
En este primer análisis no se ha observado la falta de ningún producto básico pero “sí que se ha detectado la falta de algún formato o categoría de alimentos. Por ejemplo, no hay —o hay en muy poca cantidad en el mercado— la lenteja pardina, pero sí que hay de la castellana. Tampoco hay sal en formato de un kilo, pero sí que hay sal en formato de medio kilo o menor. También se ha detectado que productos que no se pasan, como pasta o harina, se acaban pronto en las estanterías”.