J.L. García Llagües
La prórroga del Estado de Alarma hasta el próximo 26 de abril -de momento- ha causado que la cuarentena se esté alargando para mitigar los efectos de la pandemia ocasionada por el coronavirus. El confinamiento está cambiando los usos diarios del ciudadano medio y en algunos lugares los vecinos no dudan a la hora de animarse de diferentes maneras.
Tal es al caso de los residentes en diferentes edificios que dan a la Plaça de la Princesa Joana de Ciutadella. Desde que se inició el encierro, cada día salen a las ocho de la tarde para rendir el habitual homenaje a los sanitarios y otros trabajadores que siguen yendo a sus puestos en estos momentos difíciles.
Lo característico es que una vez acabado los aplausos no dudan a la hora de seguir un ritual común muy ameno: comparten la música que pone un vecino entre todos. Así, al principio del estado de alarma se podía ver desde uno de los balcones un gran amplificador acompañado de luces de discoteca, que el resto de residentes acompañaba con la luz de sus móviles: “No habían cambiado la hora y a las ocho era oscuro, salíamos y era muy divertido. A mi no me va mucho esa música, pero reconozco que acompañar las luces con los móviles era algo diferente, estaba muy bien”.
Quien habla es Joan -no es su verdadero nombre, prefiere el anonimato- que desde que empezó el confinamiento siempre ha salido al terrado con su familia: “Los dos o tres primeros días la música disco mandaba, luego han ido variando. Tienen un amplificador Marshall que tira bastante y se les oye muy bien, aunque no causan problemas y no dura mucho”, expone.
El ritual que siguen es el siguiente: comienzan con el aplauso a los sanitarios a la ocho de la tarde, cuando acaba empieza la música, bailan entre todos y luego realizan un segundo aplauso comunitario. “Es muy divertido. Yo tengo dos niños y se lo pasan pipa, se agradecen estos momentos. Es un instante de desfogue. De hecho, he identificado a una vecina que cada día lo da todo, se nota que se espera el momento y se divierte. Está bien ver a la gente así”.
Mañana, a las 8 de la tarde lo vecinos de la periférica plaza de Ciutadella volverán a sus balcones. La música es un hilo común para ellos en estos momentos difíciles.