La pérdida de la librería Fundació como antes muchos otros negocios del centro de Maó es un síntoma más de un fenómeno que parece no tener fin, la desaparición de comercios tradicionales en pro de grandes cadenas o franquicias. Esta situación puede agravarse en los próximos meses. Muchos negocios, sobre todo los de comestibles del centro de Maó, ven como una grave amenaza el inicio de las obras de un nuevo supermercado junto a los cines.
Este cambio en el tejido comercial preocupa a la asociación de comerciantes, Ascome, no tanto por el nuevo tipo de modelo que se impone como por la desaparición de negocios. Para Jordi Bosch, el secretario de Ascome. “es una mala noticia la pérdida de cualquier tipo de comercio ya que nosotros aspiramos a que nuestros asociados tengan negocios fuertes”.
Bosch añade que “lo que preferiríamos es que lso comercios estuvieran en manos de empresarios locales para que el dinero que se genere se redistribuya por la isla”. En este sentido también pide que no se prejuzgue a las franquicias ya que “muchas de ellas están regentadas por pequeños empresarios locales que han apostado por este tipo de negocio”.
El secretario de Ascome culpa a la presión de estas grandes cadenas del hecho de algunos cierres, pero sobre todo apunta a la finalización de los llamados alquileres antiguos como una de las principales causas de estos cierres. “Muchos establecimientos no podían pagar los precios actuales en las calles más céntricas y las franquicias sí”. .
Para el arquitecto Joan Enric Vilardell el problema del centro de Mahón es muy parecido al de Ciutadella con la diferencia de que en la ciudad de Llevant el proceso está mucho más avanzado que en Ponene. El centro de la ciudad está sufriendo una fuerte desertificación y necesita medidas. En cuanto al comercio, apunta a la cuestión de los alquileres antiguos que se han acabado como principal causa de la desapairición de tiendas tradicionales frente a nuevas cadenas. Esto está motivando que algunos establecimientos marchen hacia el polígono industrial lo que está pervirtiendo el sentido inicial de lo que deberían ser estos terrenos.
Por un lado creo que es una pena que se pierda el pequeño comercio pero por otro lado creo que algunas tiendas no es que se lo merezcan es que no les da la gana progresar o invertir en ponerla bonita o ofrecer productos nuevos. Veo que hay tiendas decoradas de los años ”cuéntame” sin gracia con los precios por las nubes sabiendo que el mismo producto lo venden en la isla vecina a mitad de precio. Sabio refran el “renovarse o morir”…
Pd: por no hablar de no abrir los sabados por tarde….
No és res de nou ni és exclusiu de Maó. Açò pasa per tot, en qualsevol ciutat un poc gran