La memoria anual de la Oficina balear de la Infancia y la Adolescencia (Obia) destaca que entre el 22% y el 25% de los menores de las Islas Baleares están en riesgo de pobreza y hace referencia a los diferentes instrumentos “creados para afrontar esta dolorosa realidad y son muchos, pero desgraciadamente parecen insuficientes, a pesar de que suponen encomiables esfuerzos por parte de las administraciones para reducir la tasa de pobreza infantil y situarla en la media europea”.
La Obia considera que “este alto índice de pobreza infantil requiere que la Part Forana de Mallorca y las otras islas se doten de servicios de acogida de familias para garantizar el derecho fundamental de favorecer la vinculación y de prevenir la separación de los menores de sus progenitores, ya que actualmente no disponen de estos servicios”. Y destaca que “hay una mayoría de municipios de las Islas Baleares que no disponen de planes de infancia, tal como prevé la legislación autonómica de infancia”.
El informe incide también “en la necesidad de que las corporaciones locales, de manera individual o mancomunada, revisen los equipamientos de viviendas de emergencia y otras soluciones de vivienda”.
Por otra parte, la memoria destaca la gran sensibilidad y el esfuerzo de formación del mundo profesional de nuestra comunidad autónoma en relación a situaciones de violencia y sufrimiento de la infancia y la adolescencia, como señala la elevada tasa de notificaciones de situaciones de maltrato, negligencia y abuso sexual. Esto explica que las Islas Baleares encabecen las notificaciones al RUMI, el Registro Unificado de Maltrato Infantil en España el año 2019. “El hecho de que nuestra comunidad presente elevadas tasas de denuncias por violencia de género durante los últimos años hace que un número significativo de menores sufran las secuelas de la violencia familiar o de género”.
En el ámbito educativo la Obia constata que Baleares continúan liderando a nivel estatal los indicadores de dificultades de integración y de adaptación escolar, de abandono y de número de alumnos sin título al final de la escolarización obligatoria.