El Hestia Menorca cerró heridas en Villarrobledo, el 54-91 final sirvió para cortar la racha de derrotas y encarar un nuevo tramo del calendario con más optimismo, tras unos días de cierta tensión.
El 27-124 de valoración con la que acabó el partido habla a las claras del dominio absoluto menorquín, amo y señor de todas las facetas del juego. Adrián Méndez acabó como MVP del partido, 12 puntos, 5 rebotes, 4 asistencias y 22 créditos de valoración fueron su tarjeta de presentación. Destacaron también jugadores como De Assís, Otegui y Dijkstra.
No pudo empezar mejor el partido para los intereses menorquines, desde la defensa el partido se abría con un esperanzador 2-10 en 5 minutos. Un triple local cortaba la racha, pero el Básquet Menorca se encontraba cómodo y bajo la batuta de Pitu Jiménez, y con dos triples consecutivos del propio base y Moreno, cerraba el primer acto con 11 puntos de renta, 13-24.
El Villarrobledo pareció reaccionar en el inicio del segundo cuarto, con una defensa a toda pista los de Albacete iban recortando su desventaja, con un 10-2 se situaban a 5 puntos, pero no pasaron de ahí, Dijkstra cortaba la sequía y abría un parcial de 4-18, cerrado desde el triple por Timoner, que daba la máxima ventaja al Hestia Menorca, justo coincidiendo con el descanso, 27-46.
Tras el descanso, nada nuevo bajo el sol, los de Pagès se mostraban fuertes en defensa y con un juego fluido en ataque que no daba opción a los locales de ni tan siquiera mantener distancias, que bordeaban los 30 puntos, 33-60 en el ecuador del acto, para finalizarlo con un holgado 38-64 en unos minutos más trabados.
El tramo final del encuentro solo sirvió para que se superara la barrera de los 30 puntos, con un Menorca que se sentía muy cómodo sobre la pista y acertado en su juego ofensivo. El partido no tuvo más historia, de hecho, hacía muchos minutos que no la tenía, y murió con un holgado 54-91, que cierra la racha de dos derrotas consecutivas.