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“Está cayendo un gran meteorito, pero no es el coronavirus sino la cura”

El economista Xavier Sala i Martín analiza el impacto real de la Covid-19

Xavier Sala i Martín.
Xavier Sala i Martín.
El economista analiza el futuro post-covid.

Desde que se empezó a extender la Covid-19 siempre hemos visto esta pandemia mundial como un gran golpe a nuestra sociedad; pero también como una gran oportunidad de cambio. El coronavirus ha dejado al descubierto muchos defectos de nuestros sistemas y ha dado pie a que algunas conductas se modernizaran en cuestión de meses. Sin embargo. ¿Aprenderemos de la gestión de la Covid-19 o con el tiempo se recordará como algo que pasó y suficiente?

El economista Xavier Sala i Martín ha reflexionado sobre el impacto real de la Covid-19 en la 20ª edición de la Noche Empresarial organizada por la Unión Empresarial del Anoia (UEA). “El impacto del coronavirus en las sociedades será pequeño, el cambio real se producirá después”.

No es ningún secreto que esta pandemia nos ha hecho perder muchas de nuestras libertades y ha sido un gran impacto a nivel mundial. “Hace 65 millones de años un meteorito cambió el mundo y ahora volverá a pasar lo mismo”. Sin embargo el profesor Sala-i-Martin ha explicado que este “meteorito” no es el coronavirus en sí mismo. Esta enfermedad no provocará la extinción de nuestro mundo, sino que el impacto real comenzará cuando la Covid-19 haya desaparecido: “está cayendo un gran meteorito, pero no es el coronavirus sino la cura. Ello determinará hacia dónde va el futuro”.

Sala-i-Martin ha empezado rompiendo algunos mitos sobre “el mundo después de la Covid-19”. El teletrabajo, por ejemplo, ha sido una manera ágil de poder trabajar. Aun así, el economista explicó que no todo será teletrabajo a partir de ahora: “No significa que desaparecerán las oficinas, sino que muchas personas que viven en la ciudad porque tienen la necesidad de ir cada día a la oficina, ahora irán dos veces por semana. El radio de vivienda se ampliará y dará pie a mucha más urbanización en zonas en las que no se podía vivir por estar demasiado lejos de la ciudad “.

Aparte, como profesor, también ha dejado clara la importancia de impartir las clases de forma presencial: “Ver los ojos a mis alumnos es esencial, los ojos te dicen si una persona lo ha entendido o no”.

¿Hemos aprendido algo?

El economista ha hecho un repaso de las malas praxis del sistema europeo y occidental y ha explicado por qué en China o Taiwán la crisis del coronavirus ha sido solucionada mucho más rápidamente que en la Unión Europea. Y es que en estos países, la empresa pública tiene mucho más cuidado de sus funcionarios, se invierte mucho más en entidades públicas y empleos públicos, pero también tienen la potestad de despedir a un funcionario si no hace bien su trabajo. “Dentro del sistema de debate que han creado las democracias europeas no tiene cabida la calidad de las empresas públicas. Nuestra bifurcación pasa por si el gobierno debe intervenir más o menos en el mercado, pero nunca hablamos de la calidad de esta intervención “, ha reflexionado Sala-i-Martin.

Si nos ha dado algo bueno esta pandemia, es la seguridad de que las cosas se pueden hacer mejor y más rápido de lo que pensábamos. Decisiones que tardaban años a tomarse por parte de los gobiernos ahora se toman en días. Sala-i-Martin también ha reflexionado sobre estos procesos acelerados y ha establecido que son momentáneos: “No creo que la burocracia empiece a ir más deprisa sólo porque pueden. En unos años las cosas habrán vuelto a la normalidad, nada se acelerará como ahora “.

Aparte, el economista ha hablado del bien que haría que todos los expertos trabajaran como en la búsqueda de la vacuna para la Covid-19: “Podríamos utilizar el mismo proceso para curar enfermedades que matan a más personas que el coronavirus, como por ejemplo, la tuberculosis o el sida “. Sala-i-Martin ha establecido que esto no ocurrirá, ya que tenemos un egoísmo europeo muy arraigado: “Cuando algo es para nosotros tardamos meses, pero si es por algún otro país más pobre no”.

El impacto real de la Covidien 19

Aunque el economista ha dejado claro que muchos de los procesos de cambio que hemos tenido que hacer quedarán atrás en el tiempo y no supondrán un cambio sustancial en nuestras sociedades, ha dado una brizna de esperanza a las empresas con la recuperación tras la pandemia. “La evolución siempre determina quién acaba sobreviviendo”.

Las empresas que sean oportunas podrán beneficiarse de lo que Sala-i-Martin ha nombrado como la desglobalización. Los Estados Unidos y China se van alejando cada vez más y esto ha provocado una desconfianza en el país asiático por parte de Europa. “Cuando los Estados Unidos pidan recursos que antes proporcionaba China, los empresarios que sean listos podrán aprovechar esta repatriación para hacerse un lugar en el mercado”.

La cuarta revolución industrial ha sido el último punto de la ponencia del economista. Xavier Sala i Martín ha explicado la necesidad de adaptarse a estas nuevas tecnologías como empresas y como personas: “Una inteligencia artificial no son robots que nos quitarán el trabajo, son algoritmos que harán cosas mucho mejor que nosotros, pero siempre seremos necesarios “.

Sala-i-Martin: “Tenemos que dar más importancia al arte en la educación, la curiosidad, debemos fomentar la pregunta y no la respuesta y, sobre todo, el espíritu crítico”

Con este argumento también ha querido remarcar que la educación debe cambiar a medida que van cambiando estas tecnologías: “estamos enseñando a los niños a ser máquinas y con este argumento estamos matando su potencial para tener ideas”, explicó el profesor. La curiosidad y el interés desde pequeños para las artes han sido dos pilares que Sala-i-Martin ha querido colocar en la parte más alta de la pirámide de cambio: “Tenemos que dar más importancia al arte en la educación, la curiosidad, debemos fomentar la pregunta y no la respuesta y, sobre todo, el espíritu crítico “.

Finalmente, Xavier Sala i Martín ha plasmado su esperanza comparando esta pandemia con la de hace más de 100 años: la gripe española de 1918, que se cobró la vida de unos 71 millones de personas en todo el mundo. “La gripe española fue una pandemia mucho más mortífera y sin embargo al cabo de tan sólo dos años llegaron los felices años 20”. De esta manera el economista ha querido buscar un punto de optimismo para mejorar el mal trago que es la pandemia: “Estoy seguro de que generaremos un boom económico y conseguiremos unos años 21 más felices que los mismos años 20”.

 

.- Este es un artículo de Julia Catarineu Pla y AMIC para Menorcaaldia.com.


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