¿Cuál es el objetivo esencial de la plataforma?
El objetivo esencial es ser capaces de que toda la sociedad de estas islas haga entender que esta tierra no puede esperar a finales del verano para que esté vacunado el 70 por cien de la población y llegar a la inmunidad de rebaño. Eso implica que esta plataforma ha de ser capaz de aglutinar a todos los sectores y todas las ideologías, es decir, ha de ser transversal y sinérgica. Por tanto, nacemos para ayudar a las instituciones y a todo el mundo para ver si somos capaces de conseguir que antes de finales del próximo mes de abril tengamos ya vacunado al 70 por cien de la población, para poder salvar así la temporada de verano.
¿Quiénes apoyan este nuevo proyecto?
Contamos con el apoyo del sector hotelero y de las patronales, entre ellas CAEB. En cuanto a las personas que se han sumado, ahora mismo son ya varios miles.
¿Cómo harán oír su voz?
Es que esa voz ya está en medio. Siempre digo que los inteligentes leen entre líneas. Mire, la señora Angela Merkel, que es la política que domina Europa, dice en estos momentos que la Agencia Europea del Medicamento ha de legalizar cuanto antes la vacuna rusa —Sputnik—, porque Alemania probablemente la empezará a comprar. Por su parte, la ministra de Sanidad del Estado español, Carolina Darias, anunció recientemente que si la citada agencia legaliza la Sputnik, España probablemente pueda comenzar a comprarla. El interés por la posibilidad de que si no hay las vacunas suficientes que nos habían prometido, podamos optar a otra como pueda ser la rusa, prácticamente ya está aquí. La presión social ya se ha impuesto.
Nuestro objetivo es que a finales de abril tengamos ya vacunado al 70 por cien de la población de Baleares
¿Es segura la vacuna Sputnik?
La vacuna Sputnik, a nivel científico, es de la misma eficacia y seguridad que la vacuna de Pfizer, según consta en un ensayo clínico. Por tanto, ya tendremos otra vacuna para poder gestionar nuestro sueño, que es agilizar esto. Además, la Unión Europea es consciente de que se había comprometido con otras vacunas, que le están fallando.
¿Cuál sería el siguiente paso?
Luego haremos la presión necesaria. Por eso, esta tierra ha de estar unida para pedir al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que deje que las comunidades administren y gestionen esta nueva vacuna. Cuanto esto venga, y vendrá, hemos de estar preparados para poder conseguir las vacunas Sputnik, además de las que la Unión Europea nos envíe, para acabar de concretar el proyecto. Por tanto, hemos de estar organizados. Y nuestra plataforma está dando todos los pasos necesarios para ayudar a conseguir este sueño. La presión ya está hecha y la solución ya existe, que es que la Agencia Europea del Medicamento autorice la Sputnik. A partir de aquí, ya está.
Las ayudas sociales no sirven para nada en este caso, por la dimensión que tiene la pandemia
¿Y si finalmente llega abril y aún no han logrado su objetivo?
Si a finales de abril tuviéramos las vacunas en un 70 por cien, mi objetivo estaría cumplido. Y si no, seguiremos luchando a muerte hasta que lo consigamos, obviamente. Mire, esta plataforma nació para ayudar a conseguir que esta tierra tenga cuanto antes un tratamiento para la pandemia del coronavirus. La tragedia es que si quedamos de nuevo sin campaña de verano, esta tierra entrará en colapso económico y no lo soportará.
¿Las ayudas sociales no son suficientes?
Las ayudas sociales no sirven para nada en este caso, por la dimensión que tiene la pandemia. Eso lo ha dicho ya todo el sector empresarial. Las ayudas sociales están pensadas para socorrer a personas puntuales que están en una situación de tragedia personal, pero no hay que olvidar que las ayudas se nutren de impuestos. Cuando esta tierra produce miles de millones de euros en una campaña turística, una parte de esos millones llegan posteriormente a Madrid y al Estado Español a través de los impuestos. De ese modo, el Estado puede disponer luego de dinero para crear ayudas. Pero si no hay ingresos, no hay posibilidad de presupuestar ningún gasto.
¿Sin turismo no se puede entonces resistir?
Baleares no tiene ninguna posibilidad de supervivencia sin el turismo. La gente cree que esta crisis afecta sólo a los hoteleros, pero los hoteleros son una pequeña parte de la industria turística. Esta crisis está afectando a todas las empresas, a los restauradores, a los taxistas, a los transportistas, etcétera. Cuando usted va a un restaurante a comer una paella, previamente hay una persona que ha traído el arroz, otra que ha puesto la carne, otra que ha traído las gambas y otra el aceite. Además, están también el chef que ha hecho la paella y el camarero que la sirve. Eso es la sociedad. Si todo eso está parado, ya me dirá usted de qué vivimos.
¿Le preocupan algunas previsiones recientes negativas sobre las variantes del Covid-19?
Bueno, muchas de ellas después no se confirman. En cualquier caso, no creo que tengamos que ir a lo particular. Hemos de ir a lo general. Lo importante es ser capaces de parar la pandemia, más allá de la aparición de las nuevas variantes. Además, de momento de la variante brasileña no tenemos experiencia científica y de la sudafricana no tenemos experiencia científica suficiente. En cuanto a la variante británica, ya se ha demostrado que las vacunas actuales funcionan para esa variante. Por tanto, no nos centremos en escenarios sobre lo que puede o no pasar. Cuando uno tiene un objetivo, tiene que ir hacia él, porque si empieza a hacer supuestos que luego no se producen, no consigue ese objetivo.
¿Se puede parar entonces la pandemia?
En estos momentos, toda la comunidad científica dice que la inmunidad de rebaño es imprescindible y que vacunando con las herramientas que tenemos podemos parar la pandemia. Si vienen nuevas variantes que hacen que esta inmunidad no sea perfecta, pues paciencia, pero habremos parado el grueso de la pandemia y por tanto la sociedad podrá empezar a funcionar de nuevo. Mientras tanto, se buscarán nuevas maneras de parar las variantes, haciendo modificaciones de la vacuna. Eso ya lo dirán los científicos, pero creo que esto no me compete valorarlo a mí, sinceramente.
La plataforma busca una unidad que, sin embargo, no se ha dado entre los políticos…
El mundo de la política va por su propio camino, que podemos criticar o no, pero yo no estoy para criticar a nadie, estoy para ser constructivo. La sociedad civil va por otro camino seguramente. En esa sociedad civil nos hemos unido para hacer ver a las instituciones, no a los políticos, que estamos en una situación límite y que nosotros queremos y podemos ayudar, y que si todos vamos juntos lo conseguiremos. Ese es el mensaje. Hacer análisis políticos, con toda sinceridad, no me interesa. Ustedes, los periodistas, hacen muy bien esos análisis. Yo me dedico a otra cosa, que es luchar por un sueño, que creo que es una posibilidad.
El mundo de la política va por su propio camino, pero yo no estoy para criticar a nadie, sino para ser constructivo
¿Ve entonces factible ese sueño?
Esa posibilidad se está demostrando que puede ser viable porque la mayoría de gente que se suma a nuestro proyecto no tiene afiliación política. Son personas que tienen un problema, por ejemplo una hija que está con un ERTE, un hermano al que han despedido o un empresario que no tiene para pagar el alquiler. Esa es la realidad de esta tierra. Por todo ello, si el diagnóstico de la pandemia está hecho y el tratamiento es la vacuna, trabajemos para conseguir el tratamiento y aplicarlo.
¿Puede surgir un dilema ético si no hay vacunas para todos?
Vuelve a ir usted con un discurso político. Los periodistas, muchas veces, tenéis como un sistema endogámico entre vosotros. Esto no funciona así. Lo que hagan los políticos me parece muy respetable.
Pero, ¿y si faltasen vacunas?
Usted vuelve a una premisa que ya no existe. Me da la sensación de que no me sé expresar y me sabe mal.
¿Cuál sería entonces el enfoque correcto?
Aquí tenemos un problema, que es que la Administración no ha sido capaz, de momento, de dar una solución a un problema. Pero los escenarios están cambiando a una velocidad de vértigo. Eso ya pasó con los equipos de protección individual —EPIS— y con las mascarillas. El Estado español dio entonces a las comunidades autónomas la posibilidad de autogestionarse. La primera comunidad que consiguió mascarillas fue Galicia, porque Amancio Ortega les ayudó a obtenerlas.
Entiendo…
Sólo pedimos que den la potestad a las comunidades, si ellos no pueden, que sería su obligación, de gestionar la adquisición de las vacunas. Nuestra comunidad tendrá las vacunas que le envía Madrid y las que le manda la Unión Europea, pero si hacen falta más vacunas y hay la posibilidad legal de adquirir otra que se llama Sputnik, esta tierra la ha de conseguir. Hemos de sumar a las vacunas que tenemos las que nos hacen falta para llegar al 70 por cien.
¿Podría ser quizás suficiente con un porcentaje menor?
Nosotros no pararemos hasta que no haya datos objetivos de que esto está controlado y de que la vacuna está empezando a manifestarse en forma de inmunidad de rebaño.
¿El 70 por cien sería entonces sólo orientativo?
No, el 70 por cien no es orientativo, es lo que dice la ciencia. La Organización Mundial de la Salud y la ciencia dicen que a partir del 70 por cien se consigue la inmunidad de rebaño. Eso es todo. No es una abstracción, es un dato objetivo que dicen los científicos.