Los bancos han empezado a reaccionar a las complicaciones del mercado y del contexto social y económico que vivimos. Las grandes entidades se han tomado al pie de la letra el dicho de “más vale prevenir que curar”, optando por seguir medidas de contención más elevadas a la hora de ofrecer préstamos y créditos. El riesgo de morosidad llevaba tiempo en aumento, y han optado por reforzar su seguridad para evitar problemas de liquidez.
Por eso, desde comienzos de año han empezado a endurecer los requisitos de sus préstamos. Dentro del ámbito de los créditos y préstamos personales, sobre todo, han considerado necesario cerrar el caudal de concesiones a base de elevar las exigencias a los clientes. Un paso necesario, como afirman desde las entidades, dado que se avecinan tiempos turbulentos en lo económico y no pueden asumir más riesgos de cara a sus clientes.
Y es que, como decíamos, el riesgo de morosidad ha crecido considerablemente en los últimos años. Bien es cierto que es un fenómeno que viene de lejos, incluso de tiempos prepandemia. Sin embargo, a finales del pasado 2020 el fenómeno se acentuaba y miraba principalmente a las familias vulnerables. El Banco de España fue el primero en alertar de esto, sobre todo por lo que implica a todas las partes vinculadas.
Con este contexto, los sectores más vulnerables han visto cómo se les cierran las puertas desde numerosas entidades, cosa que no hace más que complicar su situación económica. Buscan alternativas, sondean opciones y acaban mirando en dirección a ese sector que no deja de crecer desde hace lustros: internet. Ahí se han topado con financieras y bancos online que, lejos de endurecer, han establecido condiciones más laxas.
Un arma de doble filo porque, por una parte, es cierto que lo pone más fácil a la hora de disponer de mayor liquidez económica. Sin embargo, por otra parte también eleva el riesgo de morosidad para estas familias. Porque el dinero nunca se regala, y mucho menos cuando es un crédito o un préstamo. Siempre hay plazos, siempre hay intereses, siempre hay comisiones, siempre hay gastos extra.
Las financieras online se extienden entre los consumidores
Es una situación fácil de entender. La población busca alternativas con las que disponer de dinero, y se topa con el enorme horizonte digital. Toneladas de financieras disponibles en internet, dando el dinero prácticamente al instante y con numerosas opciones entre las que escoger. La fórmula del bueno, bonito y barato trasladada a un terreno en el que encaja perfectamente.
No obstante, es un riesgo que se pasa bastante por alto. Internet es el mar de las oportunidades también en lo económico, sin embargo, es a la vez un mar repleto de peligros. Hay muchas falsas financieras, muchos productos financieros que esconden unas condiciones draconianas y harto peligrosas para cualquier consumidor. De hecho, no son pocos los casos que se han llevado a tribunales precisamente por esto.
Eso no quiere decir que no se puedan encontrar financieras fiables en internet. De hecho, existen webs que facilitan la búsqueda y permiten acceder a buenos préstamos de pequeñas cantidades sin complicaciones. Portales que ya son herramientas para particulares y profesionales por cómo agilizan todo lo relacionado con localizar entidades fiables y profesionales, que separan la paja del grano en un terreno en el que no se deben asumir riesgos innecesarios.
A pesar de todo, y de que la confianza en las financieras online ha crecido considerablemente dadas las circunstancias, no hay que olvidar que se está hablando de productos y servicios. Como bien decíamos antes, el dinero nunca se regala, y eso hace que estas soluciones a veces no lo sean tanto.
Cuando se contrata un préstamo de cualquier tipo, se debe tener muy en cuenta que está sujeto a intereses que aumentan la cuantía a pagar y que, al mismo tiempo, hay que controlar bien los plazos para que las cuotas no sean demasiado elevadas o no se extiendan durante mucho tiempo. Hay más confianza, como también mucha más transparencia por parte de las entidades, pero siempre se debe avanzar con detenimiento y cautela.
El público lo tiene mucho más fácil y cuenta con más y más herramientas para comparar, para medir cada paso al milímetro. Además, cada vez hay empresas más respetables dentro del sector en el panorama digital. Aun así, nunca hay que bajar la guardia en este terreno y, si se puede contar con otra opción, siempre será una mejor alternativa.
Cada vez más financieras y cada vez más consumidores que apuestan por ellas. Pero también cada vez más riesgo. Insistimos en que, como opción, las mejores son igual de válidas que los bancos más grandes y conocidos, y en ocasiones son incluso mejores. Pero esta extensión y mayor confianza no implica que no haya riesgo. De hecho, si se puede optar por el ahorro, siempre será más recomendable que contratar este tipo de productos.