Si ante la incertidumbre del entorno está pensando en hacer un rinconcito de dinero o ya lo ha hecho, mi consejo es que pare. No ahorre más. Invierta lo ahorrado. Incluso, si puede y se lo dan, endéudese un poquito para invertir en un proyecto que le reporte más de lo que le cuesta la deuda. Eso es apalancarse y es bueno si la inversión es buena. Lo que nunca debe hacer es pedir un préstamo para un gasto que no produzca retorno como es un viaje o una televisión de última generación.
¿Qué por qué aconsejo no ahorrar más? Pues porque el dinero parado tiene un coste: la inflación que inexorablemente irá deteriorando su valor. Pregunte a venezolanos o argentinos la mala experiencia que han tenido con la inflación que, aunque no ha sido provocada por el motivo que les expongo a continuación, los efectos son los mismos.
Con la reciente emisión de dinero llevada a cabo por los bancos centrales de todo el mundo, la economía se ha inundado de dinero. Eso, por sí solo, no produce inflación pero es la antesala. En cuanto ese dinero se mueva y cambie de manos, los precios subirán, probablemente más que la producción de bienes y servicios. Y cuanta mayor sea la velocidad de cambio de manos, es decir, cuanto más se reactive la economía, más subirán los precios.
La economía se va a animar en cuanto la gente se relaje y los efectos de la pandemia vayan quedando atrás. La próxima llegada de turistas será la chispa que reactivará nuestros sectores con gran dependencia del flujo de visitantes. Cuando el dinero se mueve, los precios suben. Y si suben los precios, sus ahorros van a perder valor.
Hay que buscar una alternativa de inversión que genere más de lo que la inflación deteriora el valor del dinero. Porque no solo se obtienen ingresos por el trabajo. Los ingresos derivados de las inversiones y los ingresos pasivos son otras dos vías interesantes para obtener fondos.
Alternativas de inversión hay muchas aunque no todas son exitosas. Por eso es interesante la diversificación entre varias de ellas aunque soy de los que piensan que si el riesgo de una inversión es mínimo o está controlado, de diversificar nada: 100% a esa opción. Por ejemplo, imagine que tiene una patente o una concesión administrativa que le asegura la entrada de ingresos con exclusividad. En ese caso no tiene sentido diversificar. Pero si no es el caso, por prudencia, diversifique.
Eso sí, dentro de la diversificación aconsejo que una parte pequeña de sus ahorros vayan a una o más criptomonedas. La blockchain está cambiando los sectores tradicionales y existen proyectos que están cambiando las reglas del juego. Son los llamados “gamechangers”
Aunque el mundo cripto es muy nuevo y carece de lógica. Monedas que tienen poco de “gamechangers” pero una gran comunidad, un buen marketing o un famoso que impulsa su precio con cada tuit, también son una alternativa para mejorar su economía y vencer a la inflación. Son los llamados memecoin y está habiendo un boom últimamente. El primero fue Dogecoin y ha hecho millonarios en los tres últimos meses. De enero a hoy ha multiplicado por 400 el valor de la inversión. No hay como tener un buen padrino. Elon Musk es quien la ha apadrinado.
Da igual si son 100 o 1000 euros. Cada uno en sus posibilidades pero no los ahorre más. Solo guarde para el día a día. Invierta ese dinero con conocimiento del proyecto al que entrará y podrá vencer la inflación que está a la vuelta de la esquina. Solo ahorre en un caso: para tener liquidez e invertir en una ganga cuando se presente.