Los hechos sucedieron entre 2017 y 2018 en Menorca. El acusado los ha reconocido declarando que aprovechaba los momentos en que la niña acudía a su domicilio para tocarla y besarla y que amenazó a la menor con tirarla por la ventana si contaba a su madre lo que estaba pasando.
La Audiencia Provincial de Baleares le ha condenado este lunes a dos años de cárcel, ocho años de libertad vigilada, y le ha impuesto una orden de alejamiento y comunicación de la víctima y una multa durante un mes a razón de cinco euros diarios.
La sentencia condiciona los dos años de prisión al pago de la responsabilidad civil, 3.000 euros por daños morales a la víctima.
La Fiscalía pedía siete años y medio de cárcel pero se ha rebajado tras el acuerdo con la defensa del acusado.
… si hubiese sido miembro del clero, seguro que se hubiese ido de rositas…