El Senador por Baleares, Vicenç Vidal, visita este viernes Menorca para conocer directamente el problema de las “casetes de vorera” y trasladar una iniciativa al Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico para conseguir su protección.
El conseller de Cultura, Miquel Àngel Maria, considera que “tendremos que llegar hasta donde haga falta para revertir lo que, sin duda, es un abuso del Estado contra las “casetes de vorera”, contra la gente que las ha cuidado hasta hoy, y contra la cultura popular de los menorquines“.
Recordar que a finales de enero Demarcación de Costas notificó a los concesionarios de las “casetes de vorera” de la Cala de Sant Esteve que revocaba la prórroga de la concesión y les ordenaba la demolición de las casetas, previo depósito de un aval de 20.000 euros.
El conseller Maria considera que ” al lógico disgusto de estos particulares, que durante décadas (más de un siglo en el caso de algunas familias) han cuidado de estas casetas, se añadía una amenaza en toda regla contra el patrimonio histórico de Menorca: las “casetes de vorera” son un bien etnológico singular del paisaje de nuestra costa. Están inventariadas por el Consell de Menorca, y muchas están protegidas en catálogos municipales de patrimonio histórico”.
Ante las quejas, Costas señaló que, pese a la amenaza de demolición, si estas casetas son bienes protegidos no se derribarán, pero los concesionarios deben desalojarlas.
Desde el Consell de Menorca se enviaron una serie de cartas a Demarcación de Costas, y también a Autoridad Portuaria, a Puertos de las Islas Baleares y a los Ayuntamientos, instando a tomar las medidas necesarias para garantizar la supervivencia de las “casetes de vorera” y a que no se ejecute su desalojo si no se tiene una alternativa mejor. “Por experiencia sabemos que las administraciones no tienen capacidad para garantizar la conservación de los bienes de la costa que han obligado a desalojar. El desahucio es la vía más directa hacia la degradación, y finalmente hacia la desaparición de estas casetas”, ha manifestado el conseller Maria.
Hace tres meses que en el Consell esperan la respuesta de la Demarcación de Costas y, la semana pasada, fueron los concesionarios de “casetes de vorera” de Alcalfar los que recibieron la orden de desalojo.
Maria considera que “el Estado está haciendo una aplicación de la Ley 2/2013 de protección y uso sostenible del litoral, inadecuada y contraria al interés general. No cuestionamos que se deba garantizar el uso público del litoral y acabar con usos privativos no justificados, pero se ha de preservar el patrimonio cultural de la costa, tanto el material como el inmaterial. Por un lado, la supervivencia y la conservación de las “casetes de vorera” históricas, y esto quiere decir que si no hay una alternativa mejor, el Estado debe prorrogar las concesiones a particulares porque son los que siempre las han cuidado , las han mantenido y las han reparado cuando ha hecho falta, a su costa. Y por otra parte, el Estado también debe salvaguardar las manifestaciones de la vida tradicional asociada a estas construcciones”.
Señala que “si el Estado debe aplicar la ley 2/2013, también debe aplicar la ley 10/2015, para la salvaguarda del patrimonio cultural inmaterial, que obliga a las administraciones públicas a proteger activamente las expresiones y manifestaciones de la cultura vida , con especial mención a las formas de vida tradicionales, a la protección de los bienes materiales asociados a estas formas de vida, y al papel protagonista que deben tener sus portadores, verdaderos transmisores de la cultura popular”.