Naciones Unidas presenta los resultados de un estudio en el que asegura que si se redujeran las emisiones de gas metano, además del dióxido de carbono, se podría reducir antes los efectos del cambio climático.
El gas metano es incoloro, inodoro e insoluble. Sencillo en cuanto a su estructura química supone uno gas de efecto invernadero que contribuye al calentamiento global. En una medida de tiempo de 100 años, cada kilo de metano calienta la Tierra 23 veces más que la misma masa de dióxido de carbono. No obstante, hay unas 220 veces más cantidad de dióxido de carbono que de metano, por lo que éste último gas contribuye menos al efecto invernadero.
Pese a ello, desde el GOB Menorca consideran que no se puede despreciar su efecto y recomiendan recordar que la ganadería intensiva, el uso de gas natural y la mala gestión de los residuos son los campos en los que Menorca aporta metano a la atmósfera y, por lo tanto, al cambio climático.
Además, de manera natural, la putrefacción de las plantas ya es un elemento más que aporta metano a la atmósfera.
La Coalición Clima y Aire Limpio y el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente aportaron la conclusión de que se podría recudir hasta en un 45% las emisiones de metano en solo 10 años y frenar de manera considerable el efecto invernadero que produce.
La directora de la Agencia de la ONU Inger Andersen publicó sus conclusiones con el mensaje de que la cooperación internacional puede ser crucial para conseguir un objetivo como éste. El metano representa casi una quinta parte de las emisiones globales de gases de efecto invernadero. La ONU apuntilla que el factor tiempo corre en contra y, sin embargo, las acciones a realizar para conseguir el objetivo de reducir las emisiones son relativamente sencillas con políticas de consenso.
Además, como uno de los focos está en el tratamiento de residuos, encontramos un reto ya planteado en Menorca hace tiempo y esto podría empujar en el sentido de fomentar más la separación de la parte biodegradable de la basura y su mejor tratamiento para evitar que el metano suba a la atmósfera y utilizarlo como biogas.