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AECC advierte del riesgo del cáncer de piel por el sol

Se instalarán mesas informativas en Menorca para prevenir sobre esta enfermedad

Con precaución.
Con precaución.
El sol es bueno, pero hay que tener cuidado con una exposición excesiva. (Foto: PIXABAY)

El 13 de junio se conmemora el Día Europeo de la Prevención del Cáncer de Piel, una enfermedad cuyo principal factor de riesgo es la exposición a la radiación ultravioleta. Con relación a la jornada, el presidente de la Junta Provincial de las Islas Baleares de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), Dr. Javier Cortés, ha expuesto los criterios de prevención y los últimos datos sobre la incidencia y mortalidad del cáncer de piel en el archipiélago balear.

En concreto, en 2020 hubo 123 nuevos casos de melanoma en las Islas Baleares, cuya mortalidad se situó en el 20%, y 425 casos de tumores malignos de la piel de tipo no melanoma. La importancia del melanoma reside, más que en su frecuencia, en su rápido aumento en países desarrollados desde los años 50 y a que este aumento está relacionado directamente con la exposición solar por motivos estéticos y de ocio; alrededor del 81% de los casos se localizan en países desarrollados. Por otra parte, los tumores malignos de la piel de tipo no melanoma son muy frecuentes en la población; esto significa que tienen una gran incidencia ya que se diagnosticaron 1.198.073 casos en todo el mundo en 2020 (22.922 en España), siendo el 6,2% de todos los cánceres.

El Dr. Javier Cortés ha subrayado la importancia de mantener una correcta protección solar y del cuidado de la piel: “Usar protector solar adaptado al fototipo de piel y evitar estar al sol durante periodos prolongados, especialmente en las horas centrales del día (entre las 12 horas y las 16 horas), puede reducir el riesgo de desarrollar cáncer de piel; especialmente en personas con pieles sensibles cuyo fototipo cutáneo es bajo”.

Con motivo del Día Europeo de la Prevención del Cáncer de Piel, la AECC Baleares instalará carpas informativas en diversos municipios de Mallorca, Menorca, Ibiza y Formentera durante junio y julio para poner de manifiesto la necesidad de protegerse adecuadamente del sol.

El cáncer de piel es una enfermedad maligna producida por la división y crecimiento descontrolado de las células que la forman, con capacidad para invadir los tejidos y estructuras sanas de alrededor y, en algunos casos, a otros órganos a distancia. Existen varios tipos de cáncer de piel, entre los que destacan los melanomas y los carcinomas.

Tanto en los carcinomas como en los melanomas, el principal factor de riesgo implicado en su aparición son las radiaciones solares (fundamental en los carcinomas) sobre todo las de tipo B (UVB) y las de tipo A (UVA), por ello resulta fundamental protegerse adecuadamente, sobre todo durante la época estival, cuando los índices de radiación son más elevados.

Los melanomas son el tipo de cáncer cutáneo menos frecuente, aunque en los últimos años se está registrando un aumento de forma considerable. Se desarrollan sobre todo en personas de piel y ojos claros con dificultad para broncearse y que han sufrido quemaduras solares. Igualmente, la exposición puntual, excesiva e intermitente al sol se relaciona con su aparición, preferentemente en zonas no expuestas al sol habitualmente, como la espalda o las piernas.

Además de la acción de las radiaciones solares, el riesgo que una persona tiene de padecer un melanoma aumenta con la existencia de antecedentes familiares o personales de este tumor, la presencia en la piel de más de 50 o 60 lunares y el padecimiento de quemaduras solares con ampollas durante la infancia, adolescencia y la edad avanzada.

Como suelen presentar lesiones muy características, una señal de alarma es que sigan la regla del A (asimetría del lunar), B (bordes irregulares), C (color no homogéneo), D (diámetro mayor de 5 milímetros) y E (cambio de aspecto en cuanto a tamaño, color, espesor y/o aparición de síntomas como prurito). Ante una lesión que presente alguna de estas características, o si se producen cambios en las manchas, costras o úlceras ya existentes, es necesario consultar con el dermatólogo a la mayor brevedad posible.

Por otra parte, los carcinomas cutáneos son los tumores más frecuentes del ser humano y aparecen sobre todo a partir de los 50 años, principalmente en personas expuestas al sol de forma crónica, como trabajadores al aire libre. Con gran frecuencia, las lesiones se localizan en la cara, el cuello y las manos. Ante la aparición de cualquier alteración, lesión nueva o el cambio de alguna ya existente, se debe consultar con el dermatólogo.

Las alteraciones que se producen en la piel, debido a que es un órgano superficial, pueden ser detectadas con facilidad. Por ello, la autoexploración de la piel es un método importante a la hora de diagnosticar lo antes posible un cáncer. Es recomendable realizar una autoexploración en toda la superficie corporal, incluyendo el cuero cabelludo, cada tres meses.


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