Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad desplegarán desde hoy un operativo especial para hacer frente a esta problemática, con agentes patrullando los ‘puntos calientes’.
Este nuevo operativo contra botellones cuenta con la colaboración de Policía Nacional y otras administraciones e incluirá controles de alcoholemia y el cierre de las calles para evitar las aglomeraciones “en un contexto de emergencia sanitaria”.
QUIEN RECIBA UNA MULTA LA PAGARÁ
Entretanto, el operativo para controlar presencia de personas en la vía pública más allá del horario permitido tras el último acuerdo del Consell de Govern, adoptado este pasado lunes, ya está en marcha y están por ver las consecuencias en forma de sanción. De momento, la consellera de Presidencia, Función Pública e Igualdad, Mercedes Garrido, ha advertido que, por parte del Ejecutivo autonómico, se aplicará el criterio de “tolerancia cero” frente esta práctica.
“Quien esté pensando en hacer botellón que sepa que tendrá a todo el Govern y a los cuerpos y fuerzas de seguridad enfrente y, si recibe una sanción, la pagará“, ha apuntado la consellera.
La consellera ha insistido en que tarde o temprano la administración acabará cobrando todas las multas que imponga por participar en botellones y fiestas ilegales, y ha hecho especial hincapié en que las sanciones “como mínimo” –ha recalcado varias veces esta fórmula– serán de 1.000 euros por participar, de 2.000 euros si se debía estar en cuarentena por contacto, y de 5.000 si se ha dado positivo en un test. “Que nadie piense que pagará ‘solo’ 1.000 euros”, ha insistido. En realidad, la cuantía será, posiblemente, muy superior.