Diez alumnos del proyecto de formación y empleo en socorrismo “Es Caló”, puesto en marcha por el SOIB en conjunto con el Ayuntamiento de Maó, han puesto en práctica los conocimientos adquiridos en el curso durante una simulación del rescate este viernes en Sa Mesquida. El simulacro ha tenido dos partes: el rescate de una persona que se estaba ahogando y a la que se le ha practicado el protocolo de reanimación, con oxigenoterapia y desfibrilador; y la simulación de una persona que se ha caído de las rocas y se sospecha que tiene una lesión cervical, con la activación del protocolo traumatológico. Miquel Aguiló, docente del proyecto “Es Caló”, ha enfatizado la importancia dar una formación de calidad y que los alumnos salgan muy preparados y concienciados de la responsabilidad que implica ser socorrista. “En el Mediterráneo muchas veces no se considera una profesión, seguramente porque las temporadas son más cortas y porque las personas que suelen dedicarse al socorrismo lo hacen de forma temporal”, ha apuntado Aguiló. Estos jóvenes están inmersos en un período de 12 meses de formación que les permitirá lograr dos certificados de profesionalidad: Socorrismo en instalaciones acuáticas y Socorrismo en espacios acuáticos naturales, además de las formaciones complementarias en Inserción laboral y técnicas de búsqueda de empleo y Comunicación en lenguas extranjeras (inglés). Por su parte, el Ayuntamiento de Maó facilita que el alumnado trabajador se formey realice la parte laboral atendiendo las necesidades de seguridad y vigilancia de los usuarios de las piscinas, instalaciones acuáticas y zonas de baño público que son de su competencia, tanto en la piscina municipal, como las dos playas que tienen servicio de vigilancia durante los meses de verano: Es Grau y Sa Mesquida. El consistorio reasumió el servicio de vigilancia y salvamento en las playas en el año 2018.
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