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Pau Vallvé aterriza esta noche en Ciutadella con “La vida és ara”

Presenta hoy miércoles en el Teatre des Born su último trabajo, "Mejor disco del año 2021" para la revista Enderrock

El artista catalán grabó su último trabajo durante el confinamiento.
El artista catalán grabó su último trabajo durante el confinamiento.
Foto: Tina Riera (Atthina)

Pau Vallvé regresa a los escenarios menorquines con “La vida és ara”, su último y aplaudido trabajo, que ha sido escogido “Mejor disco del año 2021” por la revista musical Enderrock. Será esta noche de miércoles a las 21 h en el Teatre des Born, Ciutadella. Con más de 20 años sobre los escenarios, Vallvé presenta su 17º disco, el sexto firmado bajo su nombre.

El público menorquín disfrutará de un Pau Vallvé multi-instrumentista que tocará ritmos, los grabará en directo y por encima tocará la guitarra y cantará. A su lado, tendrá a otro multi-instrumentista, Darío Vuelta, que se encargará de hacer sonar el bajo, los teclados y los samplers. Será un directo donde también repasarán y re-versionarán con el nuevo formato canciones de todos los discos anteriores, no sólo de este último trabajo.

Como ya es tradición, “La vida és ara” ha sido auto-editado, y lo ha compuesto, tocado, mezclado y producido él solo en su estudio en unas circunstancias especiales. Lanzado en septiembre del año pasado, este trabajo lo grabó durante el confinamiento, entre marzo y junio de 2020. “Pocos días antes del confinamiento me separé y me fui a vivir temporalmente unos días al estudio. El estado de alarma me cogió allí y ya no pude salir hasta al cabo de 75 días. Después de una primera semana de confinamiento un poco claustrofóbica, poco a poco las cosas se fueron poniendo a sitio y pude empezar a ordenar pensamientos y sensaciones de todo lo que me había estado pasando en estos últimos tiempos. Este nuevo disco es el resultado de todo esto”, explica el artista catalán.

Contrariamente a lo que podría parecer, de todo aquello no ha salido un disco ni triste, ni oscuro, sino todo lo contrario.  Según Vallvé, refleja “un cambio de etapa, un hacerse mayor, un tomar distancia. Lo grabé todo yo solo allí encerrado, con los instrumentos que tenía. Y fue mi rutina y mi única tarea en esos 75 largos días. Estoy muy contento con el resultado, incluso me atrevería a decir que más contento que nunca”.

 


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