El Consorcio de Recuperación de Fauna de Baleares (COFIB), a través del Palma Aquàrium, ha registrado 37 varamientos de tortugas marinas y 21 cetáceos entre enero y junio de este año en aguas de Baleares.
Por islas, en Mallorca se han atendido 27 tortugas, 4 en Menorca , 4 Eivissa y 1 en Formentera. Además, el mes de abril se registró un varamiento de tortuga verde (Chelonia mydas) en Mallorca, que fue encontrada muerta. Esta especie es muy poco frecuente en el Mediterráneo occidental y podría haber llegado del Atlántico o del Mediterráneo oriental donde sí que nidifica.
En cuanto a los cetáceos, han entrado 12 en Mallorca, 6 en las Pitiüses y 3 en Menorca. La mayoría de ellos, 12, son delfines listados. El resto son delfines mulares (2), calderón gris (2), cachalotes (2), ballena gris (1) y dos sin identificar.
El plástico ha sido el motivo del varamiento de 4 de los 17 ejemplares de tortuga marina recuperados vivos. Estas, estaban enganchadas con plásticos. La flotabilidad positiva se ha dado en otros 9 casos cuando las tortugas han tenido problemas en el aparato digestivo, pneumonia o por la ingesta de restos en el mar como plásticos y maderas. En ambos motivos, el plástico les impide zambullirse y, en consecuencia, conseguir alimento. A esta causa la siguen los traumatismos, con 3 casos.
La mayoría han entrado por causa desconocida en estado de descomposición. Destaca el avistamiento de una ballena gris primero en Cala Molí, y después en Santa Ponça donde se trasladó el equipo de rescate. Ha sido el segundo hallazgo de esta especie al Mediterráneo desde el 2010. Los expertos creen que se trata de un ejemplar de origen Norte-atlántico desorientado por el deshielo del Ártico y por el aspecto que presentaba, consideraron que posibilidades de sobrevivir eran nulas.
En Alcúdia se atendieron tres delfines que nadaban en grupo en la zona del puerto a escasos metros de la costa. La enfermedad o traumatismo de uno de ellos hizo varar al resto.
Durante estos meses se han encontrado plásticos en el estómago a nueve tortugas y tres cetáceos (dos delfines mulares y un cachalote) de los 19 ejemplares analizados.
NO ACTUAR SIN ASESORAMIENTO VETERINARIO
Solo cuatro de los nueve ejemplares de tortuga boba (Caretta caretta) avistados emmallados en plástico los meses de julio y agosto en las Islas Baleares han podido ser tratados por las autoridades competentes porque no han sido comunicados debidamente. El COFIB y la Fundación Palma Aquàrium (que se encarga de recuperar los ejemplares rescatados a través de un convenio) han tenido noticia del resto de avistamientos a través de las redes sociales. En algunos de estos avisos, se ha podido comprobar como algunos ciudadanos han procedido a desenmallar y soltar la tortuga. La Conselleria balear de Medio Ambiente “agradece la buena voluntad y la sensibilidad hacia la supervivencia de esta especie pero advierte que actuar sin asesoramiento veterinario puede poner en riesgo la vida del animal”.
El protocolo de rescate de fauna marina catalogada establece que cualquier avistamiento de una especie protegida en dificultades tiene que ser comunicado al 112, encargado de trasladar al aviso a la autoridad competente. En el caso de las tortugas marinas, se pide rescatar el ejemplar para que pueda ser atendido por los técnicos autorizados por la conselleria pero, en ningún caso, se tiene que intentar desemmallar la tortuga.
En muchas ocasiones, el enmallamiento provoca infecciones en las aletas que se pueden extender por todo el cuerpo, suponiendo un peligro mortal, si el pedazo de plástico que dificulta la circulación no es extraído por un profesional. Es por eso que desde las instituciones implicadas en el rescate y recuperación de fauna marina catalogada se hace un llamamiento para que se respeten los protocolos en beneficio del bienestar animal.