Las instituciones de Balears disponen de un ‘Protocolo de actuación en casos de abuso sexual infantil’ que se aprobó en 2018. Este manual de actuación apunta qué entidades y administraciones deben actuar en cada momento para ayudar a la víctima. Los objetivos son mejorar la coordinación institucional para garantizar la protección del menor y para ayudar a considerar judicialmente si hay, o no, delito.
La primera fase del protocolo busca detectar y notificar una posible agresión o explotación sexual infantil. Aquí también se incluye a víctimas adolescentes. Cualquier casos sospechoso debe comunicarse al Registro Unificado de Maltrato Infantil en Balears y a la Fiscalía de Menores en caso de abuso. En este caso, Protección de Menores puede imponer medidas cautelares para proteger al menor.
La segunda fase es la de valoración e investigación. Aquí se debe informar a los afectados por una agresión de la existencia de la Oficina de Asistencia a las Víctimas. A los padres del menor, se les explica de los servicios de ayuda existentes y de cómo proceder para presentar una denuncia. La investigación se debe derivar a equipos especializados de la Guardia Civil o la Policía Nacional. En todos los casos hay que reducir al mínimo las declaraciones de los menores víctimas de un ataque sexual.
La tercera fase es la del tratamiento a víctimas y agresores. Aquí intervienen tanto Protección de Menores del Consell Insular como la Unidad Terapéutica, la Oficina de Asistencia a las Víctimas y el Programa ‘Atura’t’. Se aplica el Plan de Apoyo a la Víctima. El objetivo del tratamiento, que debe tener el consentimiento de los progenitores, es proporcionar a la persona agredida y su familia un espacio terapéutico en el que se explora la repercusión de la agresión y se interviene ante las necesidades detectadas.
La cuarta y última fase del Protocolo es la de seguimiento de la víctima.